San Pedro Sula, Honduras. (HSI) – Nadie ha sido ajeno a lo sucedido a Davide Astori en Italia. Las peores despedidas son esas que no se dijeron. Esas que no se contemplan porque simplemente no es posible en nuestra mente que sucedan o porque suena descabellado el solo hecho de insinuarlo.
Davide Astori, de 31 años en tan poco tiempo se ganó un lugar en el corazón de todo el equipo de la Fiorentina y sus aficionados. Es increíble e impactante su despedida. Tan triste que su compañero de equipo y amigo ¨Ricky¨ Saponara todavía sigue esperando que baje del hotel donde estaban concentrados, para desayunar juntos.
El defensa, nacido el 7 de enero de 1987 en San Giovanni Bianco, en la provincia de Bérgamo donde junto con el nació el sueño de convertirse en un referente del futbol italiano. Fue catorce veces internacional italiano y, tras formarse en los juveniles del AC Milán, jugó en la Serie A (Primera División) con Cagliari, Roma y Fiorentina. Fichó por el club toscano en el verano de 2015 y disputó 106 partidos con la camiseta «viola», convirtiéndose en un líder para el equipo, del que ya era capitán, y en un ídolo de la afición del estadio Artemio Franchi. Increíble en tan poco tiempo como pudo robarse el corazón de toda la afición violeta, que si bien sabemos inició en las juveniles del Milán pero de seguro su corazón se convirtió color morado como el del equipo que le despidió hacia la eternidad.
Casi toda su carrera profesional la realizó en el conjunto de la ciudad Cerdeña, donde dejó un legado, pero su punto de inflexión fue el día que decidió vestir los colores de la Fiorentina. De actitud alegre así lo recuerdan sus compañeros de equipo. Era el que motivaba a sus compañeros, era el empuje que necesitaba el equipo, responsabilizaba más a los veteranos y también dándole coraje y colaborando con la formación de los más jóvenes que venían haciendo campo en el equipo.
Seguramente no sabía de su desperfecto de salud por lo que no solo él se vio sorprendido, sino que también a todo el medio incluyendo deportistas, fanáticos, directivos, asociaciones deportivas y atletas de otros deportes se han solidarizado con la familia del capitano Astori. La Fiorentina incluso renovó su contrato y lo hizo eterno, con lo cual su familia se podrá ver beneficiada de por vida. Acto que fue aplaudido por todo el mundo.
Deja enlutada a la Serie A, y no era de más que se le despidiera de la manera en que se le hizo. Su homenaje quedara siempre para la historia, esas historias que se volverán eternas. Se le recordara siempre como ese gladiador cuando el cubría y defendía a capa y espada la zaga del Fiorentina y de la escuadra Azzurri y así mismo cubrirá la zaga del cielo junto en la eternidad con nuestro Ser Supremo.
¡Hasta pronto Capitano! y que tu viaje hacia la eternidad esté en paz y tranquilidad.
