Pensilvania, Estados Unidos. (HSI) – Nuevamente nos encontramos acongojados después del partido en el Olímpico ante Costa Rica. Otro empate amargo ante una selección tica que propone poco pero logró quitarnos dos puntos en casa por manejarse mejor tácticamente.
Es verdad que se estacionaron atrás, pero la razón por la que planteó así a sus seleccionados el DT. Luis Fernando Suárez, tiene mucha lógica; más de la obvia. Él estudió cómo ha venido dirigiendo a la Bicolor el «profe» Fabián Coito y notó que él no busca adueñarse del balón.
Hasta ahora Honduras ha jugado a desbaratar los ataques del rival marcando con mucha presión de medio campo hacia arriba; robando él balón para proyectar ataques cuando el rival se encuentra mal parado. Tomando esto en cuenta, Luis Suárez le entregó el balón a la «H» y echó atrás a su selección.
Al hacer esto, quedaron nulas las funciones de algunas piezas catrachas que iniciaron en este encuentro. Ya no necesitaban ejercer tanta labor de marca sino jugar buen fútbol; rompiendo las líneas ticas con buen manejo de la pelota.
Desafortunadamente, no se percató de esto a tiempo el «profe» Coito. Desperdició a Andy Najar dejándolo de lateral derecho cuándo tenía disponible a Kevin Álvarez. (Pudo haber hecho este cambio en el segundo tiempo pero no lo hizo).
Por otra parte, teniendo presente que Luis Palma es más técnico/dinámico que el «Bambino» Rivas como extremo izquierdo, debía haber confiado en él desde un principio en esa posición. Es más, esa posición no es la que mejor domina Rivas; el «profe» lo pone allí porque le agrada lo que aporta en esa posición cumpliendo labores de marca. Pero en un partido como éste, faltó técnica y mejor manejo del balón; porque era nuestro.
Además, hay que puntualizar el hecho de que en este proceso hemos visto que al «profe» no le gusta jugar con un «9». Entonces, ¿Cómo se explica que al final del partido terminamos con dos «9» de punta esperando meter un gol? Él mismo se traiciona y se mete en problemas innecesarios porque podía haber empezado con un «9» fijo, en busca de ese gol.
Por último, quiero destacar que la cancha tampoco se prestó para desarrollar un partido fluido. Se vió en mejores condiciones hace un mes cuando se enfrentó a Estados Unidos.
Para concluir, todos estos factores participaron en el resultado de este encuentro. Honduras fue superior, pero le faltó al «profe» poner las mejores piezas para enfrentar un partido de estos. Él no esperó que Costa Rica se echara atrás. Se lució la experiencia de un DT que ha vivido este proceso en repetidas ocasiones.
Ahora el templo del fútbol mexicano nos espera; el coloso de Santa Úrsula, el Estadio Azteca. Pero no hay nada que temer; esto es fútbol hermanos. No hay que perder las esperanzas mientras aún estamos corriendo en esta carrera brava.
Objetivamente hablando este partido que se avecina se presta a la idea/estilo de juego del «profe» Fabián Coito. La única diferencia que espero ver es nuestras líneas retrasadas. Pero espero ver un partido que se asemeje al partido ante Canadá.
Estas últimas palabras se las dedico a nuestra selección: «Para poder sacar un buen resultado en el Estadio Azteca, hay que buscar ganarle a México allí. Solo se puede tener la victoria fija en la mente, y nada más. El que titubea jamás llegará a la meta».
