San Pedro Sula, Honduras. (HSI) – En el pasado reciente no es nada nuevo escuchar que el fútbol hondureño tiene problemas económicos. Pero como no van a pasar penurias si no son capaces de administrar el efectivo que entra en las arcas de la Fenafuth. Premios, sueldos, viáticos, favores y muchas variantes más son las causantes de las deudas en el máximo ente del balompié catracho.
Sonará algo extraño pero ¿por qué pagarle a un jugador por representar al país? Es normal el pago de premios a los futbolistas por prestar servicios en sus respectivos combinados nacionales con el fin de alcanzar los objetivos establecidos en el arranque de cualquier torneo. El problema es negociar premios fuera del alcance económico de nuestra federación sólo por el simple hecho de mantener contenta a la plantilla.
Normalmente cuando las selecciones viajan al extranjero, independientemente de la categoría, la Fenafuth les paga viáticos para que los jugadores puedan costearse los gastos pero ¿cuáles gastos si la misma federación paga hospedaje, comida y transporte? Cómo no van a estar quebrados si tienen una gran fuga de dinero en cada uno de los procesos nacionales.
Otro gran problema es el traslado de futbolistas que juegan en continentes como el asiático o africano y que al fin de cuentas no acumulan minutos en ningún partido, llámese oficial o de preparación. No siempre por jugar en el extranjero significa que el jugador tenga mejor nivel que el seleccionado que juega en clubes de la Liga Nacional. Se debe de buscar algún patrocinio u otro método para que los costos de traslado no sean tan altos para la federación.
El Departamento de Tesoro de Estados Unidos acaba de girar un cheque a la Fenafuth por más de 40 millones de lempiras y según la Comisión Normalizadora de Fenafuth ese dinero será utilizado para saldar deudas con todas las partes involucradas en los procesos de selecciones.
Lo cierto es que los torneos internacionales están cada día más cerca y la H no tiene ni pies ni cabeza. Al parecer la pasarela de técnicos seguirá su curso pero la decisión se tomará hasta en enero, unos cuantos meses antes de que empiece la Copa Oro y con un tiempo corto de preparación para la Liga de Naciones, nuevo formato de eliminatoria para el mundial de Qatar 2022.
Al final de todo, el futbolista vive de su desempeño dentro de los terrenos de juego y como cualquier otro trabajo debe de ser remunerado pero tampoco se debe permitir el despilfarro de dinero en cualquier proceso. Jugadores y dirigentes deben de sentarse a negociar no por el bien individual sino por el bienestar común y sobretodo el de un pueblo que se deja todo para apoyar a la H. Ojalá no nos pase factura toda esta novela porque el tiempo perdido hasta los santos lo lloran.
