La lucha contra la violencia en los estadios: una mirada al presente y al futuro
San Pedro Sula, Honduras. (HSI) – Lamentablemente la violencia en los estadios de fútbol en Honduras es un problema recurrente en los últimos años en donde ha alcanzado niveles críticos y alarmantes.
La violencia en los estadios no es un problema aislado, sino que refleja la profunda problemática social en la que estamos como país.
Origen de estos problemas
La agresividad, la violencia y el desorden en los partidos de fútbol son el resultado de una sociedad en la que la intolerancia y la falta de respeto se han vuelto cada vez más comunes.
Estos comportamientos violentos en los estadios solo son la manifestación de un problema más amplio.
Estos problemas requieren de soluciones a corto, mediano y largo plazo.
Debemos iniciar por reconocer que la violencia en los estadios de fútbol no es algo que se va a erradicar de la noche a la mañana.
Pero teniendo claro que no por ello debemos quedarnos inertes, pasivos y dejar que la violencia consuma uno de los pocos espacios que nos quedan de recreación, integración social e ingreso económico para un buen sector de la sociedad.
La solución no es simple ni rápida, ya que requiere una combinación de medidas legales, sociales y educativas.
Medidas a corto mediano y largo plazo
La aplicación inmediata de sanciones penales y administrativas a los infractores y modificaciones al código disciplinario de FENAFUTH.
Debemos comprender que, desde el punto de vista del derecho sancionador, la violencia en el deporte ocasiona responsabilidad penal, administrativa, civil y disciplinaria deportiva.
Esta última podría verse como una función pública delegada a las distintas federaciones deportivas por parte de la Administración Pública.
No deseo restarle responsabilidad al sector del fútbol profesional, pero lastimosamente en Honduras toda la responsabilidad para prevenir, reducir y eventualmente erradicar la violencia en los estadios de futbol ha recaído únicamente sobre el engranaje administrativo deportivo de los distintos clubes.
También sobre los distintos órganos jurisdiccionales en el ámbito deportivo en lo concerniente a investigar y sancionar conductas violentas en los estadios.
¿Acaso las sanciones disciplinarias de cierre a estadios han erradicado o disminuido la violencia en los estadios?
Lo que si ha traído es una enorme carga económica a los clubes, casi insostenible.
recordar que en su mayoría se esfuerzan por brindar las medidas de seguridad dentro de sus posibilidades pero que al final terminan delegando esta función a la seguridad publica culminando en los resultados ya conocidos, lo cual constituye una interminable carrera en circulo.
Como una medida a corto plazo, urge la intervención estatal mediante la puesta en marcha de disposiciones represivas de índole penal.
Es necesaria la activación de la responsabilidad penal de los aficionados por conductas violentas en recintos deportivos.
Por otra parte, y como una medida a mediano plazo, es necesaria la intervención administrativa del Estado.
Especialmente con la implementación de la Ley Especial para la Seguridad y la Prevención de la Violencia e Intolerancia en los Estadios e Instalaciones Deportivas.
De manera general podemos decir que dicha ley contiene disposiciones que pueden ser de mucha utilidad para dar pasos firmes contra la violencia en los estadios de fútbol.
En cuanto al ámbito disciplinario deportivo se debe revisar el código disciplinario de FENAFUTH
De ser necesario modificarlo con la finalidad de brindar nuevas salidas a los órganos jurisdiccionales deportivos al momento de investigar y sancionar temas de violencia en los estadios de fútbol.
De igual manera se debe ampliar y establecer de una manera más detallada en el código disciplinario de FENAFUTH, la clasificación de infracciones y sanciones en muy graves, graves y leves; esta nueva clasificación permitirá a los órganos jurisdiccionales deportivos identificar y sancionar adecuadamente los comportamientos violentos.
Utilizando a los diversos actores del fútbol y en especial a los futbolistas por el modelo que representan para la juventud y la niñez, se debe fomentar mediante talleres y programas la educación sobre el deporte y la cultura del respeto, y de esta manera sensibilizar a las nuevas generaciones de aficionados sobre los peligros de la violencia en los estadios.
Solamente mediante este tipo de prevención y educación podremos afianzar la firme convicción en las nuevas generaciones.
