San Pedro Sula, Honduras. (HSI) – Absolutamente todo mi respeto para Jaime Villegas como futbolista, histórico de la Selección Nacional, considerado el mejor defensa central en la historia del país. El fútbol hondureño le debe respeto y admiración por su entrega y dedicación a la ‘H’.
La otra cara de la moneda
El diputado por el Partido Nacional en el Congreso de la República, Jaime Villegas, mocionó para asignarle 70 millones de lempiras del presupuesto anual a la FENAFUTH.
Absurdo, insólito, descabellado, fuera de lugar, no tiene pies ni cabeza lo de don Jaime Villegas. Espero de todo corazón que esto no se apruebe por diferentes motivos:
1- Se entregarían a una federación poco capacitada para manejar adecuadamente los fondos. Recién se despilfarró una millonada en Jorge Luis Pinto, finalizó en un monumental fracaso y la FENAFUTH en ruinas.
2- No puede considerar solo el fútbol, entendible si los 70 millones fuesen destinados al deporte nacional. Don Jaime se debe a las demás disciplinas abandonadas, atletas que muchas veces representan al país mejor que los futbolistas.
3- Es incongruente y egoísta con la realidad económica de Honduras pretender semejante cantidad para una sola federación.
La mejor forma de empañar una carrera futbolística ilustre es involucrarse en política para tomar decisiones impopulares que atentan contra la lógica y sentido común. Es una verdadera lástima como estas personalidades alcanzan puestos importantes en gobierno, caracterizados por escaso e ineficiente accionar durante sus gestiones.
Vamos señores, Honduras no es una potencia mundial para darse lujos de primer mundo. Adicionalmente, existe un problema de liderazgo, personajes que desafían la definición de la palabra ‘liderazgo’: ‘’Influencia que se ejerce sobre las personas y que permite incentivarlas para que trabajen en forma entusiasta por un objetivo común’’.
Fenafuth urge de líderes capaces de hacer autosuficiente a la Selección Nacional y nunca olvidemos que algunas veces el fútbol sí es todo en la vida pero no debe ser la única y absoluta prioridad.
Quisiera levantarme y leer que esta fue una broma de mal gusto, día de los inocentes. ¡Trabajen en serio diputados!
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