Estadio Ceibeño, merecedor de mejor suerte en una ciudad que grita por oportunidades
El coloso de la "Novia de Honduras" no ve la "luz" gracias a la dejadez de sus administradores.
La Ceiba, Honduras. (HSI) – El estadio Ceibeño, antes «Nilmo Edwards» o al menos como se conoció por muchos años, fue un ejemplo de lo que un recinto deportivo debe tener. Fue inaugurado allá por 1956, antes de la creación de la misma Liga Nacional como hoy la conocemos. De madera en su gran mayoría y con capacidad para unos tres mil aficionados.
El Estadio Ceibeño hoy, vive de lo que dejan las pobres taquillas de los juegos del CDS Vida y el CD Victoria. Algunas veces, juegos de la Liga de Ascenso y de la «Mayor», cuando hay oportunidad que rentarlo. También de algunos pocos conciertos o espectáculos musicales que terminan dejando más gastos que ingresos. Lastimosamente es la forma de «ganarse la vida» del otrora gigante de concreto de La Ceiba.
Hay un Comité Pro Estadio Ceibeño que no siempre tuvo tan mala su gestión. Los que antes dirigieron el tal CPE (Comité Pro Estadio), además que trabajaron más por este recinto, gozaron de una mejor economía y de gente que dio más ideas para alcanzar la capacidad de 18 mil aficionados en el mismo. Ya se jugó alguna vez con 21 mil personas cuando Honduras derrotó a Haití por 3-1 en un amistoso. También se jugó contra Ecuador un internacional con empate en tierras caribeñas.
Cuando la CONCACAF no exigía tanto (para ahora dar tan poco en verdad), aquí jugó el CDS Vida y tiempo después el CD Victoria, juegos regionales avalados por este ente. Hoy el estadio Ceibeño no cumple la métricas de la CONCACAF, por lo que si Vida o Victoria, lograran meterse a la final de Clausura 2022 (algo que podría darse), y con ello clasificar a la Liga Concacaf, en este estadio HOY, ninguno de los mimados de la ‘Ciudad Puerto’, podría jugar. Si me dicen a mi, una vergüenza para una ciudad de la dimensión histórica de La Ceiba.
Ya en 2021 una Corporación Internacional (Vizión) quiso tener acercamientos con la JCI (Cámara Junior de esa ciudad) para llegar a un arreglo para la concesión del estadio Ceibeño, sin embargo, el hombre fuerte del CPE apenas los atendió cinco horas después de lo arreglado, ya tarde de noche y más preocupado por arrendar el estadio a un equipo de ascenso. Difícil con esta mentalidad, levantar la economía del estadio y de la ciudad.
Más recientemente el presidente del CDS Vida, Luis Cruz, dio opciones al pedir el estadio por 20 o 30 años. El CPE no quiso, tampoco quiere y seguramente no querrá. ¿Por qué? No sabemos con exactitud.
Honduras será sede en San Pedro Sula y Tegucigalpa, de un evento CONCACAF de categoría juvenil. La Ceiba debió ser sede de juegos. Pero NADIE de la «Novia de Honduras» dijo ‘presente’ para que al menos se considerará a la ciudad como sede. Eso deberá cambiar con los hermanos Dip en el congreso y la alcaldía ceibeña. Ellos, como buenos ceibeños que son, deben ser banderas para levantar la ciudad a su brillo de antes.
El estadio Ceibeño esperemos halle la gente adecuada para florecer. Buscar mejores cosas y sobre todo, albergar eventos de primer nivel. No hablo de conciertos que dejan la grama dañada, hablo de eventos «A» de fútbol, para lo que fue construido. El tiempo dirá si se logra o si la visión del presidente del Vida, de construir un nuevo estadio, termina siendo solución para la ciudad y la muerte para este coloso de concreto, goles y otrora, títulos de campeón para la ciudad.
