San Pedro Sula, Honduras. (HSI) – El tenis es un deporte en el cual los aspectos mentales tienen una gran importancia.
La aplicación de la psicología en el ámbito deportivo cada vez está teniendo mayor peso y relevancia tanto en lo cognitivo – conductual se ha venido planteando varias estrategias profesionales.
Habilidades psicológicas del tenista
Dentro de la psicología aplicada en el tenis están las habilidades psicológicas que deben tener los jugadores, lo cual marca un buen jugador y un gran jugador. En el ámbito del deporte ganar es lo primero y en alguno de los casos prácticamente lo único.
Pero cuando todo se rige por resultados, ranquin y la presión las habilidades psicológicas cobran una gran importancia y es aquí donde se resalta para llegar a la elite deportiva del tenista teniendo en cuenta estos tres factores:
Automotivación
Valoración
Competencia física percibida
Las habilidades psicológicas en el tenis influyen en varios aspectos fisiológicos, técnicos, y tácticos.
Ya que estarán más motivados para la competitividad y también para el éxito ya que el jugador tiene que percibir e interpretar la información de una forma rápida, de manera que tenga tiempo suficiente para para planificar, iniciar y ejecutar el golpe de forma exitosa.
El tenis es un deporte que se caracteriza por poseer altas exigencias psicológicas, ya que hace que sea un deporte que implique grandes complejidades mentales:
Es un deporte individual en el cual no hay límite de tiempo y esto puede hacer que el jugador tenga perdida de la concentración, motivación y activación ya que deben tomar muchas decisiones críticas que producen altibajos en el rendimiento.
¿Cómo ganar el partido mental?
La habilidad mental que ayuda al jugador a ganar el partido es la motivación intrínseca la motivación hacia el éxito, (no piensan en perder, realistas, optimistas) todas estas habilidades parten con un fin, ganar el partido mental.
La parte mental es clave para el jugador de tenis porque siempre habrá altas y bajas y se necesita estar preparado para aceptarlas y así poder superarlas.