San Pedro Sula, Honduras. (HSI) – Considerare deportista a aquellas personas que realizan una sesión de trabajo físico planificado cinco veces por semana; mínimo una hora cada vez, esto independiente al deporte o propósito con que lo hagas. Lo fundamental es saber que la ingesta de alimentos debe ser equilibrada, como para todo ser humano, sin embargo debes prestar atención al gasto calórico de tus exigencias durante cada día de entrenamiento ya que es ahí donde entra en acción la cantidad y calidad de tus próximas porciones de alimentos en busca de reponer y preparar a tu organismo para la siguiente jornada de trabajo.
Muy claro está que el deportista depende mayoritariamente de su físico, ya puede tener la técnica más sofisticada, los materiales más ligeros o el utillaje más moderno, pero todo ello valdrá de poco si el cuerpo no está en plena forma. Pocas cosas influyen más sobre el rendimiento deportivo que la alimentación, la importancia del entrenamiento es mucha, pero éste tampoco será efectivo si no va acompañado de una ingesta de alimentos nutritivos. Es indispensable establecer la diferencia entre alimentos y nutrición; alimentos son todos aquellos que nosotros elegimos conscientemente y a gusto consumir sean nutritivos o no, en tanto la nutrición es un proceso interno el cual es resultado de la calidad de productos que hayamos elegido ingerir.
Si un deportista muestra síntomas de fatiga, calambres musculares, depresión, cambios repentinos en su estado de ánimo o el síndrome de piernas inquietas, es probable que tenga deficiencias en los niveles de magnesio que precisa su cuerpo y la nutrición deportiva puede, pues, ayudar a equilibrar estos niveles de nuevo. Lo importante no son sólo los tipos de alimentos que consume un deportista; el número de veces que come durante el día también tiene un impacto en sus niveles de rendimiento y en la capacidad de su cuerpo para recuperarse después del ejercicio. Las comidas consumidas antes y después del ejercicio son las más importantes en la nutrición deportiva, como regla general, los atletas deben comer como máximo alrededor de dos horas antes de entrenar, esta comida debe ser rica en carbohidratos, baja en grasas y moderada en proteínas. Los carbohidratos son la principal fuente de energía que requiere el ejercicio, y las proteínas ayudan en el crecimiento muscular y la reparación, después de hacer ejercicio, pues, es necesario sustituir los hidratos de carbono que se han perdido y asegurar la recuperación muscular adecuada mediante la inclusión de proteínas.
Se debe ajustar la alimentación al tipo e intensidad de deporte practicado, ya que por ejemplo; las porciones de proteínas y carbohidratos que se requieran variarán dependiendo de la intensidad y del tipo de deporte que se ha practicado, la cantidad de grasa que se ingiere también tiene repercusión sobre el rendimiento deportivo: es aconsejable que se recorte el porcentaje de grasa corporal en el proceso de la formación deportiva. Pero debes tener presente que las porciones de alimentos que son de beneficio para “tu amigo de entreno” no serán igual de beneficiosas para ti; debido a que cada organismo es diferente, así que por ende el plan alimenticio es individual tomando en consideración edad, género, deporte, intensidad, etc. Por todo esto, es aconsejable que te comuniques con un dietista cualificado para obtener ayuda profesional con respecto a la nutrición deportiva, ya que tu organismo es tu templo sagrado y debes cuidarlo como tal.
