San Pedro Sula, Honduras. (HSI) – Curiosa la forma como las cosas pueden cambiar de forma dramática en un torneo. Equipos que pasan de tocar fondo a tocar la gloria en pocas jornadas. Así de impredecible es el fútbol.
Previo al inicio del torneo el Real España fue construido para nada más y nada menos que ser campeón, enorme plantel. Tenía un gran problema en el banquillo.
Durante el torneo el proyecto colapsó y pensábamos que se acababa la temporada. El ‘Primi’ no tenía idea de como manejar a este equipo. En ese momento, el España ya no estaba para campeón por la crisis de fútbol que atravesaba.
Al poco tiempo llega el héroe sin capa inesperado, el que criticaban por desconocido y hoy aman por haber entregado la #12; Martín ‘Tato’ García.
Se necesitaba de un DT con mentalidad ganadora y no un prehistórico como Maradiaga, se requería de la garra charrúa. Esto habla mal de los entrenadores ‘catrachos’, vienen de afuera a enseñarles como dirigir equipos grandes.
Levantó de las cenizas a un club que muchos dabamos por muerto, unió al grupo y mejoró en todo aspecto; desde la portería hasta sus delanteros.
Llegaba la liguilla y muchos escépticos inclusive se burlaban del ‘aurinegro’ creyendo que el Marathón clasificaría caminando, no fue así. El súper líder del torneo fue eliminado por aquel equipo ‘acabado’.
El Real España regresaba a estar para campeón y pocos lo menospreciaban, ¿por qué tendrían que hacerlo?
Se jugó la final en el Olímpico y el sampedrano pudo resolver, gozó de contundencia y pegó fuerte en casa. En el Nacional la historia cambió, su rival lo avasalló, emparejó la serie pero la ‘máquina’ pudo aguantar la avalancha azul hasta el gol del título en un momento inesperado. Así aparecen los grandes, cuando menos se espera y en los escenarios grandes.
Altos y bajos, tristeza y celebración, sufrimiento y gozo. Esta temporada fue una montaña rusa de emociones y los españolistas tienen una copa para el recuerdo, impresionante corona por las circunstancias vividas.
El España nos deja varias enseñanzas: nunca bajar los brazos, luchar para mejorar y anteponerse a la adversidad y creer que se pueden conseguir grandes cosas.
Sin duda, un equipo ‘temible’ el ahora campeón de Honduras. ¡Felicidades a todo el pueblo amarillo y negro por la #12!
