Real Madrid hace del Riazor su fiesta privada. Isco la hace de director de orquesta

Isco hizo un partido maravilloso en Riazor. Foto AFP

Coruña, España. (BES) - El Real Madrid se divirtió a costa el Deportivo y logró una victoria que le mantiene en cabeza de LaLiga. Zidane hizo rotaciones en Riazor y los que salieron en lugar de los habituales respondieron tanto a su confianza como a un Barça que dos horas antes había apaleado Osasuna.

 

Sin Cristiano, Benzema, Bale (lesionado), Casemiro, Modric o Kroos en el once, el Madrid ofreció una lección de pegada en un estadio de Riazor que llegó a ponerse en pie para aplaudir a Isco, sin duda el hombre de la noche.

El colombiano alabó el buen hacer de la segunda unidad. Foto EFE

La segunda unidad del Madrid compuesta por Kovacic, James, Morata, Lucas o Asensio volvió a mostrar su fiabilidad, pero mención aparte merece el genio de Benalmádena, que participó en cuatro de los cinco primeros goles blancos.

Isco asistió a Morata para que marcara nada más empezar el partido; de sus botas, ruleta incluida, brotó el tercero de Lucas y el cuarto de James; y puso la rúbrica al quinto. Sólo no tocó la pelota en el 0-2 de James y el 2-6 de Casemiro, aunque para entonces su reconocible silueta ya no estaba en el campo. Incluso estrelló el balón en el palo tras una rosca dañina.

El show de Isco fue demasiado para un Deportivo que sólo pudo soñar con el 1-2 de Andone. Hasta entonces, sólo había podido achicar agua. Lux evitó una goleada que con la horrorosa aportación de Tyton, su sustituto en la segunda parte, fue una realidad.

Joselu echó maquillaje en los últimos minutos y Casemiro se coló en la fiesta con un disparo lejano. El Madrid le mandó un mensaje al Barça e Isco, de paso, otro a Zidane. El Deportivo, mientras tanto, tendrá que seguir remando.