El running como herramienta para la regulación emocional
Beneficios del running que usted debe conocer.

El running como herramienta para la regulación emocional
San Pedro Sula, Honduras (HSI) - El running es reconocido por su capacidad para influir positivamente en la regulación emocional. La actividad física, y en particular correr, estimula la liberación de neurotransmisores como las endorfinas, las cuales son conocidas por mejorar el estado de ánimo y reducir la sensación de dolor.
Esto es lo que se conoce como el "subidón del corredor", un estado de bienestar profundo que muchas personas experimentan después de una carrera intensa. Este fenómeno no solo mejora el estado emocional, sino que también ayuda a disminuir los niveles de estrés y ansiedad.
La liberación de endorfinas crea una sensación de euforia y bienestar, lo que contribuye a reducir los efectos negativos de situaciones estresantes. Por lo tanto, correr se convierte en una técnica de autocuidado y de control emocional que puede tener efectos duraderos, no solo en el momento del ejercicio, sino también después, mejorando el ánimo general a lo largo del día.
El running y la prevención de la depresión
Diversos estudios han demostrado que el ejercicio físico puede ser un tratamiento efectivo para la depresión, y el running no es la excepción. A través de la liberación de endorfinas, el correr ayuda a regular el equilibrio químico en el cerebro, que a menudo está alterado en personas con depresión. Además, el running promueve un aumento en la serotonina y la dopamina, neurotransmisores que están involucrados en la regulación del estado de ánimo y el bienestar.
El running fortalece los músculos involucrados en la respiración y esto genera mayor y mejor oxigenación en la sangre.
El hecho de que el running sea una actividad al aire libre también puede aumentar la exposición a la luz natural, lo cual ayuda a combatir el trastorno afectivo estacional, una forma de depresión relacionada con la falta de luz solar durante los meses de invierno (donde aplique).
Además, correr puede ayudar a las personas a generar una rutina estructurada, lo cual es esencial para quienes sufren de depresión, ya que les brinda un sentido de control y propósito. El simple acto de comprometerse a una actividad física diaria puede fomentar la sensación de logro y superación.
Correr como meditación en movimiento: el mindfulness
Uno de los beneficios psicológicos menos obvios pero más significativos del running es su capacidad para ser una forma de mindfulness o meditación en movimiento. Al correr, las personas pueden enfocar su atención en el presente, en la respiración y en los movimientos corporales, lo cual puede reducir los pensamientos rumiantes, característicos de las personas con ansiedad o depresión.
Este enfoque consciente en el aquí y ahora permite desconectar de las preocupaciones diarias y proporciona un espacio mental para el descanso. Correr puede ser una forma de liberar la mente de pensamientos negativos y, en su lugar, lograr una concentración plena en la actividad física.
El running ayuda a tener una mejor función cognitiva.
A medida que se avanza en el running, muchas personas encuentran que se sumergen en un estado de flujo, donde el tiempo parece desvanecerse y el esfuerzo físico se convierte en algo casi automático. Este estado es muy beneficioso para la salud mental, ya que reduce la sobrecarga cognitiva y ayuda a restaurar la energía mental.
La psicología detrás de la motivación para correr
Uno de los grandes desafíos psicológicos del running es mantener la motivación a lo largo del tiempo. Aunque al principio correr puede ser complicado, con el tiempo las personas desarrollan una conexión emocional con la actividad. La superación de metas personales, como mejorar tiempos o aumentar la distancia recorrida, brinda una sensación de logro y satisfacción.
Los estudios han demostrado que las personas que se embarcan en metas de largo plazo, como entrenar para una maratón o lograr un récord personal, experimentan un aumento en la autoeficacia. Este concepto se refiere a la creencia en la propia capacidad para alcanzar objetivos, y es esencial para la autoestima y el bienestar psicológico. Cada meta alcanzada refuerza la idea de que las personas son capaces de superar desafíos, lo que aumenta su confianza en sí mismos.
Además, el sentimiento de pertenencia que muchas personas encuentran en comunidades de corredores, como los clubes de running o las redes sociales dedicadas a la actividad, puede proporcionar un apoyo social fundamental que mejora la psicología del individuo. El sentido de comunidad es importante porque permite compartir experiencias, obtener consejos y sentir un respaldo en los momentos difíciles.
Correr con otra persona es una forma estupenda de mantener un ritmo de conversación y formar una comunidad al mismo tiempo.
Correr como método de resiliencia psicológica
La resiliencia es la capacidad de adaptarse positivamente frente a la adversidad. Correr es un ejercicio que requiere esfuerzo y persistencia, lo que puede ayudar a las personas a desarrollar una mentalidad resiliente. El hecho de enfrentar los desafíos que presenta el running, como el agotamiento o la dificultad de alcanzar objetivos, y seguir adelante, enseña lecciones valiosas sobre la resistencia mental.
Superar dificultades físicas mientras se corre, como el cansancio, las lesiones o las adversidades del clima, puede ser un espejo de la vida diaria. Aprender a gestionar esas dificultades en el contexto de una carrera también permite a las personas aplicar esa resiliencia en otros aspectos de su vida.
Correr para la autocompasión y el autocuidado
En la psicología moderna, el concepto de autocompasión se refiere a la capacidad de tratarse a uno mismo con bondad y comprensión durante momentos de sufrimiento o dificultad. El running, como práctica regular, puede ser una forma de autocompasión, ya que las personas dedican tiempo a su propio bienestar físico y mental.
Al correr, uno puede liberar tensiones acumuladas, resolver problemas internos, y generar una sensación de control sobre su vida y su cuerpo. Esto es especialmente útil en situaciones de estrés crónico o de vida difícil, donde el running ofrece un espacio para despejar la mente y enfocarse en el bienestar personal.
Correr por la mañana puede ser más efectivo que correr en al atardecer, especialmente cuando se trata de perder peso. Sin embargo, correr por la noche trae beneficios positivos para la salud que se traducen en una reducción del estrés y una mejora el sueño.
Conclusión: el running como terapia psicológica
En resumen, el running no solo ofrece beneficios para la salud física, sino que es también un aliado clave para la salud mental. A través de la mejora del estado de ánimo, la reducción del estrés, el fomento de la resiliencia y la promoción de una mentalidad positiva, correr se presenta como una poderosa herramienta psicológica. Ya sea como una forma de meditación en movimiento, una vía de superación personal o una técnica de autocuidado, el running se puede considerar un verdadero "tratamiento" para el bienestar psicológico.