Daniela Ramos, la niña que quiere con el golf poner en alto el nombre de Honduras

Daniela Ramos, la niña que quiere con el golf poner en alto el nombre de Honduras
Su afición comenzó viendo las competencias por televisión; pero solo miraba hombres jugando, luego se dio cuenta que también las mujeres podían jugar.
El destino la llevó hasta Indura Beach & Golf Resort, donde su padre trabaja, y también juega golf.
“Primero vine a ver como se jugaba y supe que podía ir allí a aprender, así que llegué para probar si podía hacerlo. Allí me recibió Manny. Era la primera vez que agarraba un bastón y comencé a tirar pelotas, eso me lleno de emoción y me di cuenta que podía hacerlo”, relata.

Para Daniela, el golf fomenta la concentración y hace que quien lo practique pueda demostrar la capacidad que tiene. “He aprendido a tirar cerca de la bandera y estoy ansiosa por ir al siguiente paso”, dice.
“Uno ya jugando se siente como un profesional, aunque no lo sepa jugar muy bien. Siente que puede competir a un alto nivel y se da cuenta que no se trata, como algunos piensan, de agarrar un palo y pegarle a una pelota”, explica.

Daniela Ramos, la niña que quiere con el golf poner en alto el nombre de Honduras.
La felicidad que Daniela refleja es grande, su sonrisa es evidente cuando piensa en lo que puede llegar a ser y está dispuesta a trabajar para conseguirlo. Las horas se le pasan rápido cuando comienza a practicar.
Sin embargo, sabe que sus estudios son muy importantes y su tiempo está bien distribuido. Primero su escuela (cursa sexto grado) y luego el deporte. Sus padres le piden que tenga excelencia académica y lo ha logrado. Tiene un promedio de 96% y quiere estudiar administración de empresas.
-Los retos-
Con el deporte, Daniela ha aprendido a controlar sus emociones, a ser más paciente, a tranquilizarse cuando está muy alterada y a ser más humilde. Lo que más le gustaría hacer ya es salir a competir, se le ilumina el rostro y su emoción se refleja en sus ojos café claro. Cuando lo manifiesta y dice con convicción que tiene la capacidad para hacerlo. “Me gusta tanto que a veces me duelen los pies, pero allí me quedo practicando, me detengo a tomar agua y luego sigo”, manifiesta.
Ella sabe que para lograr su sueño de jugar en torneos internacionales requiere de mucha práctica y por eso se enfoca en lo que quiere lograr. En la práctica hay momentos en los cuales no salen el juego como ella lo espera, en ese momento busca la ayuda de Manny, quien se une a ella y la apoya. “Quiero ser una gran profesional y poner en alto el nombre de Honduras”.
-Todos pueden jugar-
No importa la edad, la condición social ni el género, cualquier persona puede jugar. Así como Daniela hay 5 niñas y 7 niños que van a entrenar al complejo.
“Muchos niños vienen aquí a practicar y allí identificamos a los que tienen mayor potencial para desarrollarlos. Así como pudimos ver que Daniela lo tenía y estamos trabajando con ella para que se desarrolle en este deporte”, dice.
Muchas veces las personas no saben la habilidad que tienen, pero probando se puede saber si les gusta y si sienten la pasión, ya que lo más importante es la responsabilidad en las practicas, el compromiso y la disciplina.
Es un deporte que también juegan las mujeres, como la esposa de Manny, Nidia Hernández Ortiz quien es aficionada al juego. Y personas mayores. La edad promedio de los adultos que van a jugar es de 57 años.
La familia entera puede divertirse con este deporte. “Lo más importante es la diversión, eso siempre les digo, que se diviertan y que vivan el juego”, dice Manny.
De manera que el proyecto está contribuyendo no sólo a descubrir talentos, sino que está haciendo soñar a estos niños, les está abriendo una ventana de oportunidades con la cual no contaban, está cambiando su actitud y son agentes de cambio que de alguna u otra manera contagian a otros miembros del circulo donde se relacionan.

Su actitud es positiva, se eleva su autoestima, aprenden a desenvolverse, a ser leales y a apoyar a otros.
Una vez Manny recibió el apoyo de una persona que le ayudó cuando recién comenzaba a jugar siendo un niño y él está devolviendo ese favor apoyando a niños hondureños.
“Mi sueño es que Honduras se destaque cuando estos niños ya siendo jóvenes vayan a las competencias internacionales, no solo con el juego si no con su comportamiento”, concluye Ortiz.
De manera que el golf es ahora una opción para quien desee practicarlo. Y su cancha está a la altura de las mejores del mundo. Y más opciones se abren ahora que se está firmando la cancha por Gary Player, un referente que dará garantía de la calidad de este campo.

Don Gary Player posó con Daniela Ramos, niña a quien ve grandes condiciones. Foto HSI/Reiner Germer