Polémica a montones en el juego Barça-Atlético. Los catalanes son finalistas de la Copa
Barcelona, España. (AGE) – Los ctlanes, conocidos como ‘Rey de Copas’ estará en la final de la Copa del Rey después de empatar ante el Atlético en un choque de infarto en el que los rojiblancos merecieron más.
La Copa del Rey volvió a hacer honor a su nombre y, en un partido de infarto, decidió el pase a la final de un Barcelona que fue de menos a más y que acabó encerrado y atenazado tras un bajón considerable.
Le pudo la presión a los azulgranas. O, más bien, la presión y el sorprendente planteamiento de Luis Enrique, quien, sin Busquets e Iniesta, decidió apostar por un centro del campo de ‘bailarinas’ que acabó por naufragar por completo.
No existió el fútbol control que pretendía el asturiano y sí el fútbol pasión que buscaba Simeone. Pero, por desgracia para los visitantes, el Atlético tuvo la pólvora totalmente mojada.
Convirtió en héroe a Cillessen no por sus grandes paradas, sino porque estrelló en su zona de control todos y cada uno de los remates de peligro de que dispuso en la primera parte. Especialmente importante fue el de Carrasco, que, con todo a favor, no supo definir en un brutal contragolpe de los del ‘Cholo’.
El Barça era un manojo de nervios personificado en Umtiti, André Gomes y Denis Suárez. Por suerte para los ‘culés’, más allá de sus fallos iniciales, los tres nuevos se entonaron y acabaron incluso completando unos minutos aceptables en el plano personal. Lejos, en cualquier caso, de lo que se espera de ellos.
Con el descanso asomando a la vuelta de la esquina, el Atlético recibió una puñalada casi mortal. Messi, quién si no, condujo desde el centro del campo y envió un latigazo a la izquierda de Moyá. El guardameta mallorquín, algo tapado, sólo pudo rechazarla y se la dejó franca a Suárez para el 1-0.
Polémica, goles, rojas y cada cosa que se le ocurrió al referí
Pero lo mejor de la eliminatoria aún estaba por llegar. El Barcelona, que salió mejor en la segunda mitad, tuvo que volver a tirarse atrás con la absurda roja a Sergi Roberto por doble amarilla. Con Aleix Vidal esperando para entrar en la banda, al canterano no se le ocurrió otra cosa que entrar con la plancha por delante a Filipe Luis. Vio la segunda amarilla y cambió los planes de Luis Enrique, que optó por meter a Mascherano en lugar de al ex del Sevilla.
Fueron los mejores minutos de un Atlético que para entonces ya merecía con creces el 1-1. El tanto llegaría, pero sería injustamente anulado por Gil Manzano en una acción en la que Piqué rompía la posición antirreglamentaria de Griezmann.
El golpe de gracia para los ‘colchoneros’ pudo llegar con la segunda amarilla a Carrasco, que igualaba las fuerzas y daba al Barcelona una ventaja considerable, pero para entonces los azulgranas prácticamente ya sólo se defendían. Tanto, que Piqué iba a acabar por cometer un inocente penalti, pero Gameiro se empeñó en negar la clasificación rojiblanca mandándolo al limbo.
Los últimos minutos parecían bajo control para los locales, pero el gol del propio Gameiro, a puerta vacía tras pase de Griezmann, convirtió en cardíacos los últimos instantes. La roja a Suárez acentuó esta percepción, pero Griezmann perdonó y Filipe Luis puso el cierre a la eliminatoria con una falta por detrás a Messi que echó el cierre al encuentro una vez sobrepasado el 94.
Clasificación a la italiana de un Barcelona que se defendió, tuvo suerte y contó con el gran resultado de la ida. Pero los azulgranas no podrán contar en la final ni con Sergi Roberto ni con Luis Suárez. Duro peaje en una eliminatoria que ya es historia viva del fútbol español.
