Oakland, Estados Unidos. (AGE) – Los Warriors consumaron una serie que fue muy dispareja y que solo se alargó por las atrocidades arbitrales del cuarto juego. Kevin Durant ganó el premio de MVP de las finales con una monumental actuación e imponiendo un récord difícil de igual: 10 juegos seguidos en finales con 25 + puntos en cada uno de ellos.
El Oracle Arena tenía montada su fiesta y no había forma de romper la fiesta o prolongarla. Una moneda de dos caras estaba en el aire, por un lado, la constelación de los Warriors dispuesta a coronarse, por el otro, un ‘King’ para el que no había mañana si aún quería conseguir el bicampeonato y seguir engrandeciendo su leyenda.
Una desventaja de 3-1 no era terreno desconocido para Cleveland, ya se habían repuesto el año pasado y la esperanza de salir vivos en terreno ajeno era muy alta. Lebron lo sabía, Irving lo sabía, JR Smith lo sabía y por ello había que sacar ese talento que los llevó a las Finales.
Fue un inicio rápido, Cleveland tomó temprano la ventaja aprovechando los errores en defensiva de los Warriors que tenían en Zaza Pachulia al eslabón más débil de la cadena. El georgiano se veía desconcertado y aportaba poco tanto en defensa como en ataque.
Los Cavs se llevaron una ventaja de 37-33 al final del primer cuarto, pero la perseverancia de Golden State tuvo su recompensa, y la magia de Curry y Durant permitió a los Warriors dar la vuelta producto de una barrida de 0-15 para poner el partido 45-54 con 4:26 del segundo cuarto.
Iguodala salió del banquillo para revolucionar el juego de su equipo, se veía dinámico y en base a penetraciones destrozaba la defensa de los campeones. Durant, por su parte, haciendo su labor, cumpliendo las expectativas nacidas a raíz de su firma en la Agencia Libre del año pasado. Dobles, Triples, gran defensa, un juego total que desequilibró el partido y finalizar la primera mitad con un score de 60-71 en favor de Golden State.
Sin mañana, LeBron e Irving salieron a todo o nada en el tercer cuarto, llegaron a recortar la ventaja en 5 puntos, 77-82. El tándem ofensivo de Warriors tuvo que venir al rescate para mantener la ventaja. Al final, Cleveland hizo mucho daño y el tercer cuarto finalizó con balance de 33-27 a su favor.
Y cuando Cleveland estaba a sólo tres puntos, apareció KD para poner tierra de por medio con 5 puntos clave. LeBron hizo lo que pudo, pero la ofensiva de Warriors no tenía piedad. El camino del título estaba hecho de la mano de Durant y Curry, y con una marcador de 120-129. la Bahía podrá celebrar su tercer título.
