Melbourne, Australia. (HSI) – Max Verstappen conquista Melbourne en un inusual Gran Premio como pocos lo han sido esta temporada.
El vigente campeón Verstappen logró su triunfo número 37 en su carrera, en un circuito que brindó más que un simple fin de semana.
Espectáculo completo el que se vivió en el Alberth Park
La carrera se largó de manera tradicional con las posiciones obtenidas en la clasificación del día anterior, Verstappen fue atacado rápidamente por ambas flechas plateadas.
George Russell asaltó la punta de la carrera seguido de un ajustado nudo triple entre Alonso, Hamilton y Max.
Las sorpresas no tardarían en llegar, Charles Leclerc luego de un contacto con Stroll conocería la grava australiana provocando el primer coche de seguridad de la justa.
Varios corredores aprovecharon para realizar la parada obligatoria, entre ellos «Checo», quien no dudó en cambiar a compuesto duro y alargarles la vida lo máximo posible.
Se reanudó el gran premio y ocho giros más tarde, Alex Albon, perdió control de su monoplaza, bloqueando sus frenos y colisionando fuertemente contra el muro, dejando su vehículo sin alerón trasero provocando la primera bandera roja de la carrera.
La bandera roja, ocasionó que se relanzara el gran premio desde la grilla de salida, dándonos más espectáculo entre Hamilton, Max y Alonso.
Lewis luchó para protegerse de los embates de Verstappen, pero el Red Bull saco a relucir la superioridad aplastante, dándose a la fuga y dejando la pelea más intensa por el segundo puesto.
LAS FLECHAS OSCURAS EN LLAMAS
La carrera comenzaba a pintar más tranquila cuando el W14 de George Russell se prendió en llamas cerca del Pit Lane, provocando un Virtual Safety Car para poder retirar el auto del camino.
Las flechas plateadas terminaron la carrera con un solo corredor luego de este incidente que les dará trabajo en casa a los analistas, mecánicos e ingenieros del equipo alemán.
CARNICERÍA EN MELBOURNE
Luego de un tramo mucho más tranquilo de carrera, faltando unos cuantos giros para el final, el Haas de Kevin Magnussen, perdió la llanta trasera derecha al colisionar con un muro, dejándola en medio del trasado australiano y con el coche en la grava.
Dicho suceso provocaría la segunda bandera roja del día, siendo algo fuera de lo común, pero decisión que buscaba proteger el final de la carrera detrás del coche de seguridad.
Los autos volvieron a boxes a colocar calzado suave y a esperar dictamen de la FIA.
Se programó el reinicio del gran premio por tercera vez, pero nadie estaba consiente de lo que se venía en esta carrera.
LA AMBICIÓN DE GANAR MOSTRADA DE FORMA OBVIA
Al relanzar el gran premio, todos los coches buscarían agenciarse más posiciones en la parrilla.
Esa búsqueda por luchar por puntos, dio paso a la ambición y para muchos locura de algunos pilotos.
Carlos Sainz, tocaría primero el Aston Martin de Fernando Alonso, haciéndolo girar, pero logrando salvar su coche.
No obstante, el giro ocasionó que Nyck Devries bajara la velocidad repentinamente y Logan Sargeant quien venía detrás, embistiera su Alpha Tauri quedando ambos fuera de la carrera.
Tan solo unos metros más tarde, ambos Alpine, Pierre Gasly y Esteban Ocon, por el aparatoso movimiento que hubo entre pilotos colisionarían entre sí, quedando ambos fuera de la carrera y Lance Stroll salvándose por centímetros de impactar con un muro metros más adelante.
La tercera bandera roja se hizo presente. Según el reglamento y basándose en decisiones pasadas, la FIA, tendría dos opciones:
Dar por terminado el gran premio con las posiciones de dicha relanzada
O reanudar por cuarta vez la carrera.
LOS DETALLES DEFINIERON EL GP
El detalle era el siguiente, el coche de seguridad al salir del Pit Lane, hace válida la vuelta del Gran Premio, en este específicamente se debían dar 58 giros para completar la carrera.
La competencia se encontraba en el giro 58, si el safety car salía a dar la vuelta, no habría oportunidad para relanzar la carrera puesto que se completarían los giros estipulados para la carrera.
Carlos Sainz, se ganó una polémica penalización de 5 segundos por su contacto con Alonso, cuando tras 35 minutos de deliberación de la FIA, se decidió sacar el coche de seguridad con los autos detrás del mismo en las posiciones de la relanzada anterior.
Provocando que la carrera terminara en un tren de coches que tenían prohibido pelear posiciones entre sí. Sin duda, algo muy inusual en las carreras de F1.
El podio se conformó por los tres campeones en activo de la parrilla:
Alonso de tercero, Hamilton de segundo y el defensor de la corona, Verstappen de primero, dejando la postal de 11 títulos en un solo podio.
El resultado se hizo esperar, pero el drama y la tensión se hicieron presentes desde el primer segundo, el Gran Premio de Australia de 2023 será uno para recordar.
El primero parón significativo llegó al calendario, donde los equipos afinarán detalles y buscarán ponerse a tono para el 30 de este mes, dominar las calles de Bakú, Azerbaiyán.
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