París, Francia. | AFP |
El antiguo secretario general de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) Pierre Weiss confirmó este miércoles a la AFP haber enviado dos cartas en 2009 a la Federación Rusa para advertir sobre los numerosos casos de dopaje entre sus atletas, poniendo algunos incluso «en peligro sus vidas».
Estas dos cartas, reveladas este miércoles por la agencia Associated Press, fueron enviadas «entre otras muchas en junio y octubre de 2009, antes y después del Mundial de atletismo de Berlín», según Weiss.
En los documentos se solicitaba a las autoridades rusas poner remedio al grave problema del dopaje entre sus atletas. «En 2009 el pasaporte biológico era sólo un indicador. No tenía ningún valor jurídico. Fue en 2011 cuando se comenzó a suspender atletas por tener valores extraños», explica Weiss.
Estas revelaciones se producen en la víspera de la publicación de la segunda parte del informe de la comisión de investigación independiente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que en noviembre denunció el «dopaje organizado» en el atletismo ruso y la corrupción.
«Es verdad que hemos tenido un problema habitual de dopaje en Rusia. La única diferencia entre la situación actual y la situación que había en la época es que yo estaba muy lejos de imaginar que la federación rusa era cómplice, incluso iniciador», lamentó el antiguo responsable de la IAAF.
Weiss también redimió a Sebastian Coe, presidente de la IAAF desde agosto de 2015 y uno de sus vicepresidentes en 2009.
Dick Pound, presidente de la comisión de investigación, reprochó al doble campeón olímpico de 1500 metros (1980 y 1984) no haber tomado la medida al problema cuando estaba en su antiguo puesto.
Mientras que el senegalés Lamine Diack, presidente de la IAAF durante 16 años, fue imputado por la justicia francesa por corrupción, Weiss estaba dispuesto a «hacer cosas distintas». «Hubo un pequeño puñado de manzanas podridas, está claro. Es por esto que intento separar el comportamiento de algunos individuos y la institución, que no tiene demasiado que reprocharse porque no podíamos imaginar que directivos reconocidos pudieran comportarse de esta manera», concluyó.
