por K. Naraghi | AFP |
Por el momento son cinco los candidatos en postularse para la elección del 26 de febrero para la presidencia de la FIFA, muy abierta desde la suspensión del exfavorito Michel Platini.
Además del francés presidente de la UEFA, el sudafricano Tokyo Sexwale, excompañero de celda de Nelson Mandela, el príncipe jordano Ali Hussein, el francés Jérôme Champagne, exsecretario general adjunto de la Federación internacional, y el trinitense David Nakhid, lucharán por sustituir al presidente dimisionario Joseph Blatter.
Esta elección debería haber sido, inicialmente, una mera formalidad para Platini. Pero dio la vuelta tras la suspensión de 90 días que la Comisión de Ética le infligió el 8 de octubre por un pago de 1,8 millones de euros en 2011 recibido de parte de Blatter, que también recibió la misma sanción.
Con esta suspensión, el Comité ejecutivo de la FIFA decidió congelar la candidatura del triple Balón de Oro, que será examinada cuando se levante o se termine la sanción, el próximo 5 de enero de 2016.
– Suspense alrededor del jeque Salman –
Concretamente, el presidente de la UEFA no puede hacer campaña. Y la Europa del fútbol, que le renovó su apoyo el 15 de octubre pasado, se pregunta sobre las alternativas posibles en caso de impedimento para Platini.
El anuncio de la candidatura de Tokyo Sexwale podría alterar este equilibrio. El sudafricano, con la aureola de su combate contra el apartheid, tiene una imagen de integridad, lo que no es poca cosa para una instancia golpeada por los asuntos de corrupción.
Rico hombre de negocios, que hizo fortuna con las minas y las telecomunicaciones, nunca ha ocupado un puesto en el Ejecutivo del fútbol mundial pero conoce la FIFA desde que formara parte en el Comité de organización del Mundial-2010 en su país. Tiene asiento en la Comisión de Medios de la FIFA y dirige desde 2015 el Comité de Supervisión de la FIFA para Israel y Palestina.
Este perfil es de un serio candidato, pero también hay que esperar para ver la decisión de otro, a priori, peso pesado, el jeque bareiní, Salman ben Ibrahim al Khalifa. Vicepresidente de la FIFA y jefe todopoderoso de la Confederación Asiática (AFC), posee todos los ases en la manga para ganar este desafío.
Asia declaró su apoyo a Platini, pero la suspensión del francés hizo reflexionar a este miembro de la familia real de Baréin, que declaró en la última semana haber sido solicitado por muchas federaciones de su confederación para que participe en la carrera.
– Reproches –
Pero contrariamente a Sexwale, sobre el jeque Salman pesan varias asuntos. Uno de ellos es que fue objeto de críticas por parte de organizaciones de defensa de los derechos humanos por su rol en la represión a la revuelta democrática de 2011 en su país.
Otro asunto delicado sería que su eventual ascenso a la cabeza de la FIFA sería un espaldarazo al proceso de adjudicación del Mundial-2022 de Catar, del que él fue gran valedor.
Los otros candidatos no tienen peso político cómo para esperar que consigan grandes cosas. El príncipe jordano Ali, que fue el único adversario de Blatter en mayo, llevó al suizo a una segunda vuelta con 73 votos conseguidos (sobre 209). Pero en ese momento tuvo el apoyo de la UEFA, lo que es poco probable que mantenga después de sus ataques a Platini, calificándole de «hombre del sistema» y su denuncia de la «cultura de los pactos entre bastidores».
Sin el apoyo de la UEFA, al príncipe Ali le falta aliados potentes. Una prueba sería que la Confederación Asiática no le ha reelegido como vicepresidente de la FIFA en la pasada primavera.
Para David Nakhid, excapitán de la selección nacional de Trinidad y Tobago, y para el francés Jérôme Champagne, hay un déficit de notoriedad difícil de superar. Solo cabe recordad que el francés no fue capaz de conseguir los cinco apoyos para las pasadas elecciones.
