Madrid, España. (AFP) – Dominio, juego… y falta de gol, el Real Madrid cayó eliminado el miércoles en semifinales de la Copa del Rey víctima de la pegada del Barcelona, pese a haber dominado en buena parte el encuentro.
«Hemos caído con honor, hemos hecho todo lo posible. No hemos sido contundentes y ellos sí que han sido muy contundentes», resumió tras el encuentro el técnico blanco, Santiago Solari.
«La diferencia entre perdonar y no perdonar», titula este jueves el diario Marca, mientras su competidor AS escribe en primera «Vinicius juega, Suárez Mata».
Ambos jugadores encarnan lo que fue el encuentro del miércoles con un Real Madrid dominador que disparó 14 veces, cuatro de ellas a puerta sin resultado, mientras al Barça le bastaron 4 disparos, dos de ellos cuadrados que se convirtieron en gol, a los que se unió un tercero de penal.
El equipo blanco parece seguir echando de menos los 50 goles por temporada que le aportaba el astro luso Cristiano Ronaldo.
– Vinicius, potencia sin control enj el Real Madrid –
Tras su marcha a la Juventus, Karim Benzema dio un paso al frente pero su registro goleador, con 11 tantos en Liga está por detrás de los 16 de Luis Suárez o de los 25 de Leo Messi, mientras Gareth Bale apenas ha aparecido.
La ilusión a la hinchada blanca la ha traído un joven Vinicius que el miércoles volvió a ser el hombre más desequilibrante del equipo ‘merengue’, pero que sigue sin elegir bien a la hora de definir.
«Tiene 18 añitos y una cara que se la pisa, pero Vinicius necesita clases particulares de gol. Elige mal el último toque casi siempre», escribió el diario Marca.
Frente al Barcelona fue una pesadilla para la defensa y el que más disparó a puerta con seis remates, pero sin acierto.
El brasileño, que salió ovacionado por el Santiago Bernabéu en el momento de su sustitución por Marco Asensio (81), fue defendido por su técnico en sala de prensa.
«Se puede mejorar con el paso del tiempo y con madurez y también entrenándose, sobre todo entrenándose en los partidos», dijo Solari, dejando entrever que al joven brasileño le queda mucho margen de progresión.
