La Ceiba, Honduras. (HSI) – El ASVI o Asociación de Amigos del «Club Deportivo VIDA», nació para salvaguardar un patrimonio del club: su sede. Básicamente su existencia se debe para ello. Hasta ahora lo habían hecho medianamente bien. Y uso ese término, porque como ellos de manera pública lo han dicho, pues dieron dinero a dirigentes y permitieron se «empeñara» y perdiera una manzana de terreno, propiedad del club.
Al escribir de esto cuido mucho no ofender a personas que considero honradas. Conozco a varias. Sé que son de línea derecha. Muchos otros no los conozco, pero considerando su sentido de pertenencia al club, no dudo que sus intenciones de cuidar AHORA, son buenas, pero se han olvidado de su propósito: apoyar al club.
Qué fue primero, ¿el huevo o la gallina? En esta caso, la respuesta es fácil: el CDS Vida.
Hablemos primero que cuando se convirtió el club en una Sociedad Anónima, hubo aspectos que no se podrían cambiar en el club, algo así como los ‘pétreos’ de la negociación.
El Club Deportivo y Social VIDA, al pueblo hondureño, a nuestra amada afición, jugadores, cuerpo técnico y medios de comunicación, en seguimiento a las disposiciones tomadas por la asamblea extraordinaria de fecha dieciséis de julio del año dos mil diecinueve en donde concurrieron ciento sesenta y seis simpatizantes, comunica lo siguiente:
Que el club se ha transformado en Sociedad Mercantil con participación accionaria de simpatizantes del club, su administración estará a cargo de un consejo de administración, con apoyo de personal administrativo calificado, conforme a las disposiciones giradas por la FIFA relacionadas al licenciamiento de clubes. Ratificamos el club conserva su nombre, es decir, Club Deportivo y Social VIDA, Sociedad Anónima de Capital Variable, las insignias que tradicionalmente lo han identificado, como ser, (1) Los colores rojo y blanco, (2) Logotipo registrado en la Dirección General de Propiedad Intelectual de Honduras, (3) domicilio y sede la ciudad de La Ceiba, Atlántida. (17 de abril de 2021)
Más recientemente (30 de diciembre de 2021), la ASVI comunicó de forma pública lo siguiente:
Parece mas una carta abierta de pecados y aciertos.
La pregunta al final de este blog es: ¿Cómo no hay una salida razonable para que el club pueda contar con la propiedad que es suya para que en ella se construyan proyectos que lleven al club a crecer?
¿Cómo es que si lo que se busca es «apoyar» al club, no se concesiona el inmueble condicionando el mismo a JAMÁS ser vendido o hipotecado?
¿Cómo es que si se desea ayudar al club a que alcance sus metas como institución, no se concesiona la sede bajo un contrato a largo término aceptando la oferta económica de la actual directiva, negociando un ingreso que permita capitalizar a la ASVi de manera que en caso de una emergencia del club como tal, este fondo sirva para sacarlo adelante?
Y si seguimos, las preguntas seguirá saliendo cómo no se puede llegar a un acuerdo civilizado que le sirva a ambas partes.
El proyecto de un estadio propio es único y algo que debería de emocionar a los que seguimos al Vida, al mismo tiempo debería ser para la ASVI una oportunidad de buscar salidas al asunto. Pero parece que la sabiduría dejo de reinar en una institución cuyo sentido de existir se perderá cuando el equipo se desvincule por completo de una asociación que se quedó con el cuerpo, pero que perdió su alma.
La gestión de la directiva presidida por el señor Luis Cruz, ha dado claras señales de buen trabajo saneando las finanzas, creando nuevas oportunidades de trabajo, levantando el nivel deportivo del club, sin deudas, planillas pagadas al día, sin deudas con la Liga, firmando nuevos patrocinios que dejan mejores entradas al club, nuevo contrato televisivo, exportando jugadores y ahora buscando construir un estadio propio.
¿Qué más se necesita para buscar salidas? Pregunte a los de la ASVI.
