Barcelona, España. | EFE |
Goleó de nuevo el Barcelona en Liga, celebró el Sant Jordi y lo hizo gracias a una estelar actuación de Leo Messi, que apareció cuando su equipo más lo necesitaba para despertar a sus compañeros del letargo peligroso en el que se habían sumido desde el final de la primera mitad.
Y es que el Sporting de Gijón plantó cara desde el principio y dispuso de diversas ocasiones para que el partido hubiera sido diferente. De hecho, los de Abelardo fueron algo mejores en los primeros 45 minutos y merecieron el empate tanto en un contragolpe mal culminado por Álex Menéndez -paró Bravo- como en un balón que sacaron bajo palos primero Mascherano y luego Piqué cuando ya se cantaba el 1-1.
Antes, en los primeros minutos del partido, Messi había hecho el 1-0 de cabeza para desatascar al Barcelona. El argentino aprovechó un fallo de Cuéllar para superarle de vaselina y parecía que el equipo azulgrana había pasado lo peor y golearía sin problemas a un equipo que llegó a Barcelona con el agua al cuello y necesitado de un milagro.
Pero el tedio se apoderó de un equipo de Luis Enrique que recordó por momentos al de Anoeta. Espesos y sin movilidad en ataque, los azulgranas apenas generaron peligro en la primera mitad y el liderato estuvo en el alero hasta que Messi decidió volver a aparecer en la segunda parte.
-Messi reactiva al tridente-
A falta de juego, el argentino se echó el equipo a la espalda y, con dos de sus acciones preferidas, levantó al público y al equipo. Primero, sorteó cuantos rivales le salieron en la frontal y estuvo a punto de hacer el gol de la jornada, pero envió su disparo lamiendo el poste. Acto seguido, sirvió el 2-0 a Neymar, pero el brasileño, presa de su propia falta de confianza, estrelló el balón en Cuéllar con toda la portería para él.
Sin embargo, el Sporting no pudo con la tercera acometida del rosarino. Conectó con el balón en la frontal y asistió a Iniesta, que sólo tuvo que poner el balón en el segundo palo para que Luis Suárez acabara con los nervios y empujara a placer el 2-0.
Ese tanto acabó de matar un partido que se acabó de decantar para el Barcelona gracias a tres penaltis, dos claros y uno inexistente. El propio Suárez transformó los dos primeros en su lucha por el ‘pichichi’ y le dejó el tercero a Neymar para que recuperara la confianza, pero lo que hizo el brasileño fue aumentar sus dudas, pues su flojo y centrado lanzamiento estuvo a un paso de detenerlo Cuéllar.
El delantero uruguayo redondeó un resultado demasiado excesivo para el Sporting con su cuarto tanto y el sexto del Barça gracias a una nueva asistencia de Leo Messi, que manejó el partido a su antojo y decidió que el liderato se quedaba en el Camp Nou, justo el dia de su santo: Sant Jordi.
