Nueva York, Estados Unidos. (AFP) – La tenista letona Anastasija Sevastova dio este martes la sorpresa al vencer en cuartos a la local Sloane Stephens, vigente campeona del Abierto de Estados Unidos, y avanzó por primera vez en su carrera a las semifinales de un Grand Slam.
Sevastova, 19ª cabeza de serie, rindió mejor que su rival bajo el extremo calor de Nueva York y acabó ganando por 6-2, 6-3 en cerca de una hora y media de juego.
La letona espera ahora contrincante en la penúltima instancia, que saldrá de la vencedora del duelo de la noche entre Serena Williams (N.17) y la checa Karolina Pliskova (N.8).
Stephens (N.3), ganadora de la pasada edición, acusó las altas temperaturas de Flushing Meadows, que obligaron a la organización a activar su protocolo de emergencia e, incluso, a suspender los partidos de los júniores.
Sevastova se vengó así de Stephens, que la derrotó la temporada pasada en cuartos de final del campeonato en el «tie break».
Por su parte en masculino, el argentino Juan Martín del Potro neutralizó este martes al cañonero estadounidense John Isner en cuatro mangas, sobrevivió al calor y avanzó a las semifinales del Abierto de Estados Unidos.
Del Potro, tercera raqueta mundial y campeón en Flushing Meadows en 2009, firmó un gran partido desde el fondo de la pista, sin apenas fisuras, y encontró la fórmula para restar a su oponente en los momentos indicados, imponiéndose 6-7 (5/7), 6-3, 7-6 (7/4), 6-2 en tres horas y media de juego.
«Estoy muy contento de conseguir otra semifinal en mi torneo favorito, es muy especial para mí. Y batir a John en este tipo de partidos es algo épico. Estábamos los dos cansados al final, creo que sobreviví con mi saque en los momentos importantes y eso fue clave», dijo el ganador tras el extenuante juego.
El de Tandil chocará ahora en la penúltima instancia contra el ganador del duelo entre el español Rafael Nadal (N.1) y el austríaco Dominic Thiem (N.9), que se verán las caras en el último partido de la velada.
El español ya lo despachó el año pasado, también en semifinales, rumbo a su tercer título en las pistas duras de Flushing Meadows, en Nueva York.
«Hacía mucho calor, mucha humedad, las condiciones eran muy duras. Él lo llevó mejor. Ojalá hubiera podido hacer más. Él es tan bueno… Está jugando muy bien, probablemente el mejor tenis que ha jugado nunca», dijo por su parte Isner.
