Nueva York, Estados Unidos. (AFP) – La última vez que Elina Svitolina se midió ante Serena Williams, despojó a la estadounidense del oro olímpico en Rio de Janeiro 2016. La revancha se disputa este jueves en el US Open y por un boleto a la final.
Es el único triunfo que la ucraniana se ha llevado en las cinco veces que se midió ante la multicampeona, que tiene cuatro medallas olímpicas y 23 títulos de Grand Slam y quiere llegar a 24 para empatar el récord de la australiana Margaret Court.
La cita será en el estadio Arthur Ashe, cancha central del torneo, donde después la suiza Belinda Bencic y la canadiense Bianca Andreescu disputan la otra semifinal.
Las semis masculinas, que disputarán el ruso Daniil Medvedev (5) y el búlgaro Grigor Dimitrov, verdugo de Roger Federer, y el español Rafael Nadal y el italiano Matteo Berrettini, se disputarán el viernes, junto a la final de dobles.
Williams, octava sembrada, ha perdido tan solo un set en los cinco partidos que disputado en este US Open, que ha dominado casi sin sudar.
La clasificación a la semifinal vino a costillas de las china Qiang Wang a quien fulminó en tan solo 44 minutos en la que fuera además su centésima victoria en este torneo que ha ganado seis veces y que comenzó destrozando a María Sharapova.
La veterana tenista, que cumple 38 años este mes, recordó aquella derrota en Rio.
«Fueron unos Juegos Olímpicos muy difíciles para mi, perdí en dobles por primera vez, estaba devastada por la derrota en dobles, luego en individuales poco después», recordó Williams tras arrasar a Wang por 6-1, 6-0.
En su camino a la semifinal, la tenista de 24 años, natural de Odesa, se llevó por delante a dos excampeonas, la hermana de Williams, Venus, y Madison Keys.
«Es obviamente una luchadora, retorna muchas pelotas, no hace cometer errores, es una de esas jugadoras que hace todo bien, así que me toca hacer a mi todo bien también», dijo Serena.
Svitolina recuerda bien aquel 6-4, 6-3 en Brasil ante la campeona olímpica, apenas dos meses después de que la estadounidense acabara con ella en Roland Garros con un contundente 6-1, 6-1.
«Fue una atmósfera increíble, jugué un gran partido», rememoró. «Yo era un poco joven en ese momento, no tenía grandes victorias en ese momento y me dio mucha confianza».
