Lima, Perú. (EFE) – River Plate se alista para pelear por la quinta Copa de su historia, un pentacampeonato que solo ostenta el Peñarol uruguayo. Al frente tendrá al Flamengo del portugués Jorge Jesus por lo que la cuenta regresiva de la final de la Copa Libertadores 2019 ha comenzado.
En el palmarés de la Copa Libertadores, el Independiente es el único que ganó siete trofeos, Boca Juniors le sigue con seis títulos y en tercer lugar el único que ganó cinco es Peñarol.
Detrás acecha River Plate, que con una más alcanzará al Carbonero y eso podría hacerlo realidad este sábado en el Estadio Monumental, cuando dispute la final de la sexagésima edición del torneo.
Una más, como un día falta para que la bola ruede entre el Mengao y el equipo del barrio de Núñez.
La primera llegó en 1986 de la mano de Héctor Veira. El 29 de octubre de aquel año el equipo en el que destacaban Nery Pumpido, Oscar Ruggeri, Américo Rubén Gallego, Norberto ‘el Beto’ Alonso, Antonio ‘el Policía’ Alzamendi y Juan Gilberto Funes, batió al América de Cali en el Estadio Monumental y alzó la Copa.
La segunda llegó 10 años después de la mano de Ramón Díaz y ante el mismo rival.
Fue el 26 de junio de 1996 en el Estadio Monumental donde la escuadra de Enzo Francescoli, Ariel Ortega y Hernán Crespo derrotó de nuevo a los «Diablos rojos» colombianos, que perdieron su cuarta final.
El Millonario esperó 19 años para volver a ser el rey de América.
El 5 de agosto de 2015 los dirigidos por Marcelo ‘el Muñeco’ Gallardo vencieron a los Tigres mexicanos en una lluviosa noche del Monumental en la que Lucas Alario, Leonardo Pisculichi y Lucho González anotaron en el 3-0 con el que River logró su tercer título.
Y la cuarta, la más reciente, la más gloriosa, llegó el 9 de diciembre de 2018 en el partido de vuelta que se jugó en el Estadio Santiago Bernabéu de Madrid (España).
El rival, el más duro que podía encontrar River Plate en su camino al título, el de la vereda de enfrente, el más enconado rival de cualquier «gallina», Boca Juniors, con el que en el juego de ida igualó 2-2 en La Bombonera.
Y a ese clásico enemigo futbolístico River Plate le ganó por 3-1 en Madrid, tres goles que fueron como puñales, para ganar la cuarta Libertadores de la historia de ese equipo que tiene una banda roja cruzada en el alma.
Lucas Pratto, Juan Fernando Quintero y Gonzalo ‘el Pity’ Martínez anotaron para tocar la gloria en un partido que muy bien calificó la prensa argentina como el «clásico mundial».
De nuevo, Gallardo lleva a River Plate a una final, la decimoquinta desde que se sienta en ese banco, de nuevo la Copa Libertadores está a la vista, esta vez defendiendo el título, esta vez ante el equipo de casi todo un pueblo, el más popular de Brasil, Flamengo, el favorito.
