Olvidó el Barcelona los agobios clasificatorios tras sus últimos pinchazos y lo hizo con una goleada ante un Deportivo de la Coruña que naufragó en el Camp Nou y que nunca dio sensación de poder sacar algo positivo de su visita a Barcelona.
Los gallegos, lejos de hacer un partido serio como en el Calderón, se vinieron abajo en cuanto el Barcelona logró hacer el 1-0. Y eso que a los de Luis Enrique les costó. Inmersos en un 3-4-3 que aún no parecen comprender a la perfección con el objetivo de suplir la baja de Sergi Roberto, los azulgranas tardaron en crear peligro de verdad en el choque.
Apenas en acciones aisladas pudieron adelantarse los de Luis Enrique, pero primero Neymar se estrelló con el larguero y luego Suárez envió fuera un remate franco de cabeza. Ante la poca fluidez del fútbol del Barcelona tuvo que ser un invitado especial, Rafinha, quien despertara a los suyos. El brasileño recuperó un esférico en zona de tres cuartos y se adentró en el área, donde recibió un buen pase de Luis Suárez para cruzar ante Lux.
El 1-0 soltó al Barcelona, que tampoco es que desplegara en esta primera mitad el juego de otras ocasiones. Aunque Rakitic pudo hacer el 2-0, fue de nuevo Rafinha el que puso en clara ventaja a los suyos tras enviar a la red un rechace de Lux a remate de cabeza de Piqué.
Quedaban 5 minutos para el descanso, pero al Deportivo se le hicieron eternos. En ese breve lapso de tiempo a Luis Suárez le dio tiempo a anotar tras una gran asistencia de Neymar, a rematar al palo tras una dejada de Arda Turan y a enviar cerca del poste de Lux una falta desde la frontal del área.
A Messi le bastaron tres minutos para anotar. Foto FCB
Alcácer evita una goleada histórica.
Parecía olerse el cambio el uruguayo, que no saldría en la segunda mitad y dejaría sitio al gran protagonista junto a Messi de la segunda parte, Paco Alcácer. Si el argentino hizo el cuarto nada más entrar en una acción plena de calidad, fuerza y técnica, el ex atacante del Valencia se dedicó a perdonar goles de una manera preocupante.
Atenazado por una presión anormal, Alcácer dispuso de tres ocasiones clarísimas durante la segunda mitad para anotar por fin su primer tanto como azulgrana, pero primero se encontró con Lux, luego remató contra el portero del Deportivo y, ya sin apenas tiempo, no supo enviar a portería un excelente pase de la muerte de Arda Turan.
No fueron las únicas ocasiones de la segunda mitad para un Barcelona que mereció marcar bastantes tantos más, especialmente tras la expulsión de Laure por un ligero codazo a Neymar. El lateral del equipo coruñés, que se empleó con extrema dureza ante el brasileño, acabó siendo el verdugo de un choque que no tuvo mucha más historia y que recupera al Barcelona tras la debacle de hace dos semanas.