Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos. (FIFA) – Los vigentes campeones de la Copa Mundial de Clubes, Real Madrid, llegaban a su debut en Emiratos con la vitola de favoritos ante el Al Jazira, campeón local. Sin embargo, no lo tuvieron fácil para conseguir el pase a la final.
Y eso que el partido, disputado el 13 de diciembre en el estadio de la Zayed Sports City de Abu Dhabi, empezó con el previsible dominio blanco. Por momentos fue un monólogo. En la primera mitad los de Zinedine Zidane tuvieron hasta 17 ocasiones para perforar la meta de Al Jazira. Sin embargo, el arquero Ali Khaseif, capitán de los emiratíes, mantuvo a raya a Cristiano Ronaldo y compañía dando una auténtica exhibición.
El árbitro utilizó el VAR para anular un gol de Casemiro. El Madrid atacaba y atacaba, pero los emiratíes resistían, y Romarinho aprovechó una imprecisión de su rival en un despeje para romper los pronósticos y poner por delante a los locales (1-0, 41’).
En la reanudación, el VAR sirvió para anular un nuevo gol de Al Jazira por fuera de juego. Khaseif, lesionado, tuvo que dejar su sitio en la portería a Khaled Al Senaani, y poco después un preciso pase de Modric habilitaba a Ronaldo, que empataba el partido y se convertía en el goleador histórico del Mundial de Clubes con 6 goles (1-1, 53’).
Los blancos adelantaron aún más sus líneas buscando el segundo. Y eso brindó a los afitriones la posibilidad de lanzar rápidas contras ante sus pérdidas de balón, pero ni Romarinho ni Ali Mabkhout estuvieron precisos.
El Madrid insistía e insistía, y su esfuerzo tuvo recompensa en los instantes finales. Gareth Bale, que reaparecía tras una lesión, no llevaba ni un minuto en la cancha cuando hizo el 2-1 (81’).
