Real Madrid apela al nombre para vencer a un Leganés que quiso romper la lógica
Leganés, España. (EFE) – El Leganés se agigantó en los últimos minutos del primer tiempo, pero sólo le llega para meter un susto a un Madrid muy solvente en ataque y desconocido en defensa.
La versión terrenal cada vez vista con mas frecuencia del Madrid, conquistó Butarque y se llevó los tres puntos para llegar al derbi ante el Atlético en la cima de la tabla, pero lo hizo con algo más de sufrimiento del esperado.
El Leganés, peleón, salió con las líneas adelantadas y gozó de varias opciones en el inicio del choque pero, imitando su desempeño en Eibar, el Madrid arrasó con los ‘pepineros’ en un abrir y cerrar de ojos.
Lo hizo de la mano de un Marco Asensio que cada vez juega mejor. El mallorquín le pega bocados día a día a la distancia que le separa de James e Isco y justificó la decisión de Zidane de quedarse con él hagan lo que hagan el colombiano y el malagueño.
Una cabalgada brutal suya la convirtió en el 0-1 James y la fragilidad defensiva del Leganés hizo el resto. Un córner, aparentemente controlado por la defensa de los de Garitano, acabó en la red con un cabezazo en teoría timorato de Morata ante el que finalmente nada pudo hacer Herrerín.
El propio Morata, en estado de gracia y más motivado que nunca, haría el tercero todavía antes de la media hora. Kovacic, irregular y disperso como el último Modric, le filtró un pase fantástico al ariete español y Morata no perdonó en el mano a mano.
Pudo haber llegado algún otro tanto más para los de Zidane, pero fue el Leganés el que se metió en el partido de la manera más inesperada. Y lo hizo por la inoperancia defensiva de un Real Madrid que se desangró por la espalda de Danilo, fundamentalmente, y de Marcelo, en menor medida.
Tras una acción de Rico, Gabriel hizo el 1-3 y, en cuestión de dos minutos, Luciano puso el 2-3 y el miedo en el cuerpo a un Madrid que acabó encerrado en el área en la primera parte.
Y, como en la primera mtiad, cuando el Madrid peor lo estaba pasando apareció Asensio. El mallorquín recuperó ante Bustinza y se inventó un caño mágico que Mantovani sólo pudo parar en falta. La misma la puso James y se la metió en propia puerta el propio Mantovani. El tanto fue como un puñal para las aspiraciones del Leganés, que ya no volvió a revivir nunca más.