El racismo ataca a la selección francesa tras la final del mundial
El racismo francés ataca a la selección tras la final del mundial
Tegucigalpa. (HSI) – Si hay un partido al que el fútbol no le va a poder ganar, al menos por ahora y por mucho, es al racismo. El fútbol de selecciones es el más afectado, pues en su defensa de nacionalismos inusitados, siempre habrá quien mire con fines ideológicos el juego.
La derrota de la selección francesa en penales ante Argentina en la final del mundial 2022 dejó nuevamente ataques racistas en el equipo francés, que pese a que ganó en 2018 el mundial, también los sufrió. En 2018 la polémica era que Francia no era la campeona porque sus jugadores eran «africanos». Ahora, en 2022, el ataque directo va sobre Kingsley Coman y Aurelien Tchouaméni porque fallaron sus tiros.
Acusaciones racistas sin sentido
“Eres africano, no francés, amigo. ¡Fuera del equipo!”, fue uno de los insultos que recibió Coman en una de sus publicaciones en Instagram.
“El Bayern condena enérgicamente los ataques racistas contra Kingsley Coman. La familia del Bayern está a tu lado, querido Kingsley”, escribió el cuadro bávaro en su cuenta de Twitter, donde agregó que “el racismo no tiene cabida en el deporte ni en nuestra sociedad”.
El FC Bayern condena enérgicamente los ataques racistas contra Kingsley Coman.
La familia del FC Bayern está a tu lado, querido Kingsley: el racismo no tiene cabida en el deporte ni en nuestra sociedad. pic.twitter.com/LvUOc5MDq3
— FC Bayern München Español (@FCBayernES) December 19, 2022
Francia es un país con una sociedad compleja, compuesta por mucha migración africana y árabe y que lógicamente esta migración descendiente hace que el equipo de fútbol se aproveche del talento de estos jugadores. No es para menos, están en los clubes élites de Europa como el Real Madrid, el Barcelona, el Chelsea o Bayern Múnich.
Pero el ideal francés mundial es asociar a la gente de la raza blanca con el concepto de Francia como país, sin embargo, esto es difícil en un país de estación migrante, tal como ahora lo viven España, Alemania, Suiza, Italia o Austria donde era impensado ver a jugadores negros en sus equipos nacionales.
En cambio otros países como Canadá, Australia o Estados Unidos no tienen problema en aprovechar los recursos que dejan los hijos de la migración a sus países.
Pero que Francia tenga jugadores de descendencia africana o latina no es nuevo, se me ocurre por ejemplo Jean Tigana (1986), o Lilian Thuram, Patrick Vieira y Marcel Desailly en 1998 (entre otros), lo que se exacerbó es la intolerancia y la frustración por perder un partido de fútbol.
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La historia registra a Francia como un país colonizador de gran parte de África, de hecho las posesiones francesas fueron Argelia, Túnez, Marruecos, África Occidental (Mauritania, Senegal, Sudán Francés, ahora Mali, Guinea, Camerún, Costa de Marfil, Níger, Alto Volta, ahora Burkina Faso y Dahomey, ahora Benín.
¿No era normal que al imponerse tradiciones, normas, costumbres y lenguajes ocurriera una migración a Francia de parte de estos países? Y eso es lo que pasó y es lo que compone a la sociedad francesa que en bajo esta realidad si se ve representada en su crisol en la selección, pero no en la ideología de los supremacistas blancos.
Hace un tiempo estaba en la isla de Taiwán recorriendo el país haciendo fotos junto a un fotógrafo francés llamado Román, solo diré su nombre para no meterle a líos. El tipo era blanco, alto y de cabello rizado. Román me contó que esas características lo hacían sufrir discriminación, pues pese a ser francés de sepa, la gente lo consideraba argelino tal como le sucede al propio Karim Benzema.
Apoyo a los jugadores de una parte de los fans
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Pero al menos algunos seguidores franceses lo entienden mejor y decidieron mandar mensajes de apoyo a Kingsley Coman, Aurélien Tchouameni y Randal Kolo Muani y les pidieron no consideraran los insultos y se pusieran con la frente en alto.
Y de verdad que debe ser así, porque el partido entre el fútbol y el racismo no parece tener final en lo pronto. Lamentablemente…
