Metz, Francia. (AGE) – El PSG se fue al Stade Saint-Symphorien y le ha dado una sinfonía a los locales con Neymar tomando la batute y dando un concierto. El brasileño, junto a Cavani y Mbappé son los protagonistas de un show que sigue paseándose por los estadios de Francia de forma impasible.
Metz fue su último destino y el resultado fue similar al de semanas anteriores. Titubeo inicial y goleada final. Esta vez, previo paso por una polémica expulsión de Assou-Ekotto que enfadó mucho al equipo local. Su entrada por detrás sobre Mbappé, al límite entre la pierna y el balón, le mandó a vestuarios y rompió el plan de un valiente Metz que aguantaba 1-1 hasta entonces.
A partir de ahí, el potencial ofensivo del tridente ‘trending topic’ del fútbol mundial acabó apabullando. Cuatro goles en la última media hora. Y bien pudieron ser seis. Cavani, Mbappé y Neymar tienen un hambre voraz y la Ligue 1 se les queda pequeña. Sigue quedando claro que Francia no es más que el patio del recreo de un equipo que tiene los ojos puestos en la Champions.
Con barra libre para divertirse, Neymar hizo de Messi. Retrasó su posición, puede que a instancias de Emery, puede que no, para dar más espacios a Mbappé y Cavani. En la primera que conectó con el uruguayo, el balón fue para dentro.
Pase maravilloso con el exterior para que Cavani siguiera castigando las porterías rivales y acelerara por una Bota de Oro que será difícil que este año no salga de la Ligue 1.
Cuando el PSG empezaba a estirarse, Riviere sorprendió con el 1-1 tras un fallo garrafal de la defensa parisina. El gol sorprendió a los de Emery, que se marcharon a los vestuarios con tablas en el marcador.
A la salida, dos momentos clave. La expulsión de Assou-Ekotto y el fallo de Riviere a puerta vacía tras el error garrafal de Areola, que se la dejó a placer. A partir de ahí, la última media fue un abuso. Lo normal para un ataque de 507 millones…
El PSG metió una marcha más, Mbappé asestó el primero de sus muchos golpes con la elástica parisina y el hambre del equipo hizo el resto. Porque los de Emery no contemporizaron. Quisieron más hasta el pitido final. Sólo Draxler acabó negado con el gol.
Neymar no faltó a su cita, Cavani firmó el doblete y Lucas Moura se llevó su golito a casa en los instantes finales. El 1-5 se acabó quedando corto para este circo que sigue con paso firme por Francia, impasible e intratable. El Metz fue otra víctima más de las bromas de un tridente que ha nacido para hacer historia.
Este 8 de septiembre de 2017 se recordará como el primer partido juntos de Neymar, Mbappé y Cavani. Lo que venga a partir de ahora promete ser historia del fútbol, para bien o para mal. Por la gloria o el estrépito. De ellos depende.
