Rio de Janeiro, Brasil. (EFE) – El conjunto brasileño consiguió el billete para ‘semis’ en un tortuoso partido en el que las broncas, las faltas y el árbitro se erigieron protagonistas por sorpresa.
Un golazo de falta de Neymar cambió todo el partido. Tras un comienzo titubeante, la ‘canarinha’ consiguió el gol que le permitió echar el freno de mano y centrarse en evitar posibles llegadas de la selección colombiana.
Tras muchísimas entradas y otras tantas broncas, el partido entró en una especie de combate de boxeo en la que la única misión era golpear al rival. Tanto fue así que el colegiado tuvo que parar el encuentro y avisar a los entrenadores. Neymar realizó, posiblemente, la entrada más fea de su carrera deportiva sin intención alguna de jugar el esférico.
Pabón fue el más activo por parte de los colombianos, que pusieron en aprietos al portero anfitrión en diferentes ocasiones pero no gozaron de puntería. Para olvidar fue el partido de Teo Gutiérrez.
Luan haría el segundo y definitivo gol a escasos minutos de que terminará el partido, echando al traste las pocas opciones que le quedaban a los ‘cafeteros’.
Brasil se enfrentará a Honduras en las semifinales.
