París, Francia. (Agencias) – El Mundial Femenino de fútbol que se está disputando en Francia abre su semana decisiva con la resolución entre el martes y el miércoles de los dos partidos de semifinales, un atractivo Inglaterra-Estados Unidos y un inesperado Holanda-Suecia, a celebrarse ambos en Lyon.
La pretendida final del Mundial Femenino del 7 de julio recompensará a las dos selecciones que salgan victoriosas de esos dos pulsos entre los cuatro mejores equipos del certamen.
La primera semifinal de Francia 2019 enfrenta a Estados Unidos con otro aspirante a destronar a las norteamericanas, que podrían estar ante la prueba más exigente que han tenido hasta ahora. Inglaterra ha mejorado a cada partido en esta Copa Mundial Femenina de la FIFA y, tras empatar ante las estadounidenses rumbo a la victoria en la SheBelieves Cup el pasado mes de marzo, abordará este choque sin ningún miedo ni sentirse intimidada en absoluto por el conjunto defensor del título.
Al mismo tiempo, nadie cuestiona que Estados Unidos —triple campeón del mundo y que ha ganado sus diez últimos encuentros en este torneo— parte como favorito para alcanzar una quinta final, que supondría un récord. Por formidables que sean las Leonas, el equipo de Jill Ellis está acostumbrado a responder en las grandes ocasiones. En cuanto a Inglaterra, si quiere hacer historia alcanzando por primera vez la final, es casi seguro que necesitará rendir al nivel más alto del que sea capaz.
Aunque el partido disputado ante Francia en el Parque de los Príncipes fue histórico, Estados Unidos ya ha pasado página. Su seleccionadora, Jill Ellis, ha explicado que, aunque el plantel celebró la victoria justo después de que se produjese, ahora ella y sus discípulas ya están totalmente concentradas en su próximo compromiso, ante Inglaterra.
Las Leonas son conscientes de hallarse ante el mayor reto que han tenido hasta ahora en Francia 2019, ya que la selección estadounidense lleva peligro en todas las demarcaciones. El sistema 4-2-3-1 de Phil Neville será más que probablemente la base del plan de Inglaterra, con Millie Bright y Steph Houghton encargadas de neutralizar a la veloz Alex Morgan, y Lucy Bronze y Nikita Parris de hacer lo propio con el temible tándem que formarán por el flanco izquierdo de las norteamericanas Megan Rapinoe y Crystal Dunn.
