Moscú, Rusia. (AGE) – Un México plagado de rotaciones empezó el partido con muchas dudas y Nueva Zelanda se aprovechó de la inocencia azteca para darle algún par de sustos. Eso propició que los de Anthony Hudson fueran mejores durante toda la primera mitad. Un par de acercamientos sin trascendencia, pero que luego se convirtieron en peligrosos conforme pasaron los minutos. México no sabía como reaccionar porque Nueva Zelanda cerraba muy bien los espacios atrás.
La entrega y el sacrificio del campeón de Oceanía se vio recompensado con un gol que llegó justo antes del descanso. En el minuto 42, Wood se aprovechó de un grave error de la zaga mexicana para batir con total tranquilidad a Talavera.
El gol no pareció afectarle a México. Los de Osorio cargaron baterías para la segunda mitad y terminaron por embotellar a Nueva Zelanda. Las oportunidades no cesaron para los mexicanos, pero seguían sin estar finos de cara a portería.
En el minuto 54, todo cambió. El delantero del Benfica se aprovechó del pase de Fabián y con total maestría, dentro del área, se giró para soltar un disparo que fue directo a la red (1-1). El gol cayó como un jarro de agua fría para los oceánicos, que empezaron a flojear.
La ‘Tricolor’, fiel a su estilo, quiso aprovecharse de esa situación y así fue. En el minuto 72, Oribe Peralta apareció para culminar la remontada tras mandar al fondo de las mallas un delicioso pase atrás de Aquino.
A partir de ahí, México empezó a jugar con fuego y casi se quemó. Nueva Zelanda contó con algunos acercamientos que la zaga local consiguió repeler. En el final, el partido quedó empañado por una trifulca en la que hubos más que caricias.
Finalmente, el combinado entrenado por Osorio evitó el desastre ante el campeón de Oceanía (2-1) y empata a cuatro puntos con Portugal en la clasificación. México se jugará el pase a las semifinales ante Rusia en la última jornada de la Confederaciones.
