California, Estados Unidos. (AGE) – Los Warriors de Golden State sobrevivieron en la prórroga (124-114) al ciclón LeBron James, autor de 51 puntos, mejor marca de su carrera en «playoffs», gracias a un despiste de J.R. Smith que provocó una prórroga donde los vigentes campeones se mostraron intratables.
James, en una de las mejores actuaciones de todos los tiempos, añadió ocho rebotes y ocho asistencias en 48 minutos. Solo otros cinco jugadores en la historia han sido capaces de alcanzar los 50 tantos en un partido de las Finales: Elgin Baylor, Michael Jordan, Rick Barry, Jerry West y Bob Petit.
Si en temporada regular dormir era de cobardes, en playoffs pasó a ser pecado. Pero es que ahora, que hemos llegado a las Finales de la NBA, nuestro insomnio debe ser una obligación. Sobre todo si todos los partidos son como los de esta noche en el Oracle Arena. Los Golden State Warriors recibieron a los Cleveland Cavaliers para el primer asalto en la lucha por el anillo, por cuarta temporada consecutiva. El triunfo fue para los locales por 114-124, en un encuentro sublime, cargado de acción y de jugadas espectaculares.
Los Cavaliers salieron de inicio ya con Love recuperado con su cinco habitual, por contra los Warriors no pudieron contar con Iguodala, aún de baja por culpa de su lesión de rodilla. El primer cuarto fue de poder a poder, con ambos equipos intentando llevar la iniciativa, mínimas ventajas para cualquier y máxima igualdad, al final del primer cuarto (30-29).
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El segundo cuarto fue el de más dominio visitante. Los Warriors se vieron siempre por debajo en el marcador, y eso que LeBron en un choque fortuito, se hizo daño en un ojo y a partir de ahí disputó el partido con un derrame ocular. Pero ni así James dejó de martillear el aro de su rival, secundado por veces por Love y Nance Jr. En un momento dado llegaron a manejar rentas por encima de los diez, pero fue un dominio momentáneo, ya que Warriors lideró una remontada que culminó con un triple sobre la bocina de Curry que empató el luminoso al descanso (56-56).
Al regreso del intermedio, los Warriors impusieron su dominio para conseguir una ventaja de 6 puntos al término del tercer parcial, 78-84. Saltó a la cancha JaVale McGee, y aunque participó en una fantástica defensa sobre LeBron James y acertó 4 puntos y un rebote en seis minutos, protagonizó uno de los fallos más garrafales de las Finales de la NBA y Steve Kerr lo sentó en el banquillo.
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En su turno, Curry aprovechó para hacer un 2+1 y ponerse por delante. A falta 15 segundos para el final, los Cavs tenían la oportunidad de ganar a domicilio y Klay Thompson cometió falta sobre George Hill, que acertó 1 de 2 en tiros libres y puso el marcador 107-107. El rebote fue para J.R. Smith, que falló su canasta y llevó el Juego 1 de las Finales de la NBA a la prórroga.
Una serie sucesiva de canastas, otorgaron la victoria prematura a los locales. La prórroga la protagonizaron los enfrentamientos entre LeBron James y Stephen Curry y Tristan Thompson y Draymond Green. Incluso Thompson fue expulsado tras golpear a Green, que aplaudía la victoria a más de 2 minutos para el final del choque. José Manuel Calderón saltó al parqué para disputar los últimos segundos, sin tener opción de participar en ninguna jugada.
LeBron James volvió a firmar la historia. La estrella de los Cavs fue el máximo anotador del partido, con un total de 51 puntos, su mayor marca en unasFinales de la NBA.
