Taipéi, Taiwán. (HSI) – La noticia de que FC Barcelona emitió pagos a José María Enríquez Negreira, ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (ente regulador de los árbitros en España), mientras este aún ejercía dicha función continúa dando de qué hablar.
La información salió a la luz en el medio catalán Qué t’hi jugues’ de la emisora Cadena SER Catalunya.
Allí se reveló que la actual investigación que está llevando a cabo la fiscalía española inició a raíz de las indagaciones realizadas por el Ministerio de Hacienda y Función Pública sobre pagos realizados por el equipo catalán a la empresa “Dasnil 95 SL”, propiedad de Negreira, cuyo monto asciende a casi 1.4 millones de euros entre el año 2016 y el año 2018.
Una costumbre en las gestiones culés
Los pagos sin embargo parecen venir desde mucho antes de lo investigado por Hacienda, salpicando al menos a cuatro presidentes de la institución y ascendiendo a los 7 millones de euros.
El expresidente Josep Maria Bartomeu declaró que los pagos existieron al menos desde el 2003, y que los mismos cesaron en el 2018 por una “política de recorte de gastos”.
Ese año Negreira cesó en sus funciones como vicepresidente del comité debido a la entrada de nueva presidencia de la RFEF.
Está no es la primera vez que el antiguo equipo de Lionel Andrés Messi aparece en titulares que lo presentan bajo una luz negativa.
Los noticias referentes a los pagos realizados a periodistas por el Barcelona durante administración de Bartomeu para la defensa de sus intereses parecen no haber tenido mayores consecuencias.
Los vínculos de Piqué con Rubiales
Tampoco las tuvieron los reportes de las negociaciones entre el presidente de la RFEF, Luis Rubiales y el ex segundo capitán del Barcelona, Gerard Piqué, para llevar la Supercopa de España a Arabia obteniendo una comisión total de 24 millones de euros cuando este aún era participante de la competencia.
El posible conflicto de intereses de Jaume Roures, cuya empresa Orpheus Media compró el 24.5% de Barca Studios para permitir los fichajes del último mercado del equipo culé tampoco pareció tener mucha trascendencia.
Roures fue avalista de Laporta para su presidencia, y actualmente es socio y fundador de Mediapro.
Esta es la empresa que en sus inicios proveía el VAR a LaLiga y que mantiene exclusividad sobre los derechos de comercialización internacional de la misma.
Sin embargo, lo que distingue a esta nueva controversia de las anteriores es el involucramiento del Ministerio Fiscal de España.
En el caso de que se encontrasen suficientes pruebas de la comisión de un delito de “corrupción entre particulares”, podría presentar una denuncia ante los juzgados españoles.
Nada pinta bien para los blaugranas
Hasta el momento existen muchas cosas que parecen no pintar bien para el Barcelona, como el hecho de que Enríquez Negreira no aportó ningún documento que acreditara los servicios que prestaba al FCB, asegurando que su trabajo era únicamente asesorar verbalmente al club azulgrana.
Está versión parece contradecir los reportes de la Cadena SER, la cual reporta que ejecutivos del Barça declararon a la fiscalía que las facturas pagadas se soportan con informes técnicos entregados por Javier Enríquez Romero, hijo del exárbitro, los cuales eran entregados a los encargados del primer equipo y del filial.
Tampoco parece ayudar que, según información corroborada por Infobae, más del 95% de la facturación de la empresa de Negreira provenía exclusivamente del Barcelona.
Agregando más tensión a la situación, el ex árbitro Juan Andújar Oliver reveló que en los partidos importantes del Barcelona, el hijo de Enriquez Negreira llamaba a los árbitros para recogerlos y llevarlos hasta el Camp Nou.
Esto era posible ya que hasta el 2018, además de ser el único administrador de la empresa de su padre, fungía como psicólogo y “coach” de los árbitros, según declaraciones brindadas por Andújar a Onda Cero.
Al actual drama se suman las amenazas que realizó Negreira al club azulgrana en 2019.
No se dieron pero se lanzaron
Negreira envío un burofax donde advertía no estar conforme con el cese de sus servicios y advertía con “contar sin miramientos las irregularidades del club que había conocido y vivido de primera mano”, declarando su intención de denunciar al club antes los juzgados, acción que nunca se llevó a cabo.
La situación parece lejos de resolverse, y aunque en un principio LaLiga aseguró no se impondrían sanciones disciplinarias contra el Barcelona debido ya que han transcurrido más de tres años (plazo de prescripción para este tipo de faltas), su presidente Javier Tebas pareció dejar la puerta abierta al declarar que se respetaría la decisión de la Fiscalía de interponer una denuncia, y que en dicho caso “tomarían decisiones e incluso se tendrían que personar como acusación particular”.
Cabe esperar que más detalles salgan a la luz en los próximos días, y hasta que no exista un veredicto de la justicia española parece difícil vislumbrar si el Barcelona enfrentara sanciones.
Pero sea cual sea el resultado, la situación parece poner en entredicho muchos de los triunfos locales conseguidos por el equipo culé antes del 2018 y deja en evidencia la vulnerabilidad del fútbol español en general.
Los fanáticos del deporte con más seguidores en todo el planeta merecen más, por lo que es necesario que se llegue al fondo de este asunto, siendo clave que se establezcan acciones concretas para prevenir injerencias por parte de los participantes de las competencias o de personas particulares.
