Washington D.C. Estados Unidos. | Agencias |
Adaptado por HSI.
Loretta Lynch es la mujer que seguramente desbancaría a Angela Merkel del primer lugar como la mujer de mas poder en el mundo. Y es que la estadounidense se ha convertido en la pesadilla de los que alguna vez han sido señalados de actos de corrupción en su pasado o en su gestión especialmente dentro de la FIFA, y en algunos casos, aquellos que no habían sido señalados, como es el caso de Alfredo Hawit y Rafael Callejas.
«Nadie podrá esconderse ni escaparse». La frase salió de Loretta Lynch, quien encabeza la investigación en torno a los sobornos en la FIFA, que estalló seis meses atrás en Zurich. Luego de 16 nuevas acusaciones, entre ellas las de los argentinos José Luis Meiszner y Eduardo Deluca, la fiscal general de los Estados Unidos señaló a una empresa de marketing deportivo de Argentina por supuestos sobornos a altos dirigentes latinoamericanos.
Esta frase que tiene temiendo lo peor a algunos, es solo comparable en nuestro pais con algunas frases de candidatura presidencial, con la diferencia que Loretta sí está comprometida y sin duda «hará lo que tenga que hacer» para lograr justicia en los casos que ella dirige.
Firme, precisa y con la misma intensidad que tuvo desde el comienzo, Lynch resaltó que «dos generaciones han sido manchadas por actos de corrupción» y por eso su misión ahora «es limpiar este lindo deporte». «Nadie podrá esconderse ni escaparse. Todos los detenidos serán declarados culpables», precisó la fiscal general. «Desde 1991 hasta el presente, dos generaciones de dirigentes del fútbol conspiraron para solicitar y recibir más de 200 billones de dólares, a menudo en alianza con dirigentes deportivos y de marketing, que buscaban contratos lucrativos», prosiguió.
Además de aclarar que trabajan «para deportar a los Estados Unidos a Juan Angel Napout, presidente de la Conmebol», Lynch se horrorizó al anunciar que otro de los acusados es «el jefe de la Comisión Disciplinaria de la FIFA, encargado de acabar con el comportamiento corrupto en el que ahora se piensa que está involucrado, es verdaderamente indignante».
«Estos acusados vinieron y aceptaron su responsabilidad por su culpabilidad criminal. Y el Departamento de Justicia se compromete a ponerle fin a la corrupción rampante que hemos descrito. Por eso esta investigación hace más que ponerles nombres a aquellos que participaron, también reafirma los ideales que siempre han guiado a nuestra sociedad y a nuestros jóvenes hacia el futuro justo y equitativo que merecen», concluyó.
Sin duda que esta mujer afroamericana está mostrando la mejor cara de la gestión de un gobierno comprometido a sanear un deporte que está teniendo una gran acogida en los Estados Unidos.
Luego, Lynch le dio el paso al fiscal Robert Capers, quien destacó que «estos acusados controlaron sus federaciones por más de 25 años» y, entonces, Alejandro Burzaco, otro de los argentinos implicados, volvió a entrar en escena. «Además de proseguir con esta investigación de hoy, montamos una defensa, incluyendo a Alejandro Burzaco y a un intermediario, quienes canalizaron millones y dinero de sobornos». En el documento de 240 páginas de la justicia estadounidense sobre estas nuevas detenciones, además, se concluye que Burzaco «hizo pagos anuales de seis cifras a los acusados Juan Angel Napout, Manuel Burga, Carlos Chávez, Luis Chiriboga, Rafael Esquivel y Luis Bedoya para asegurarse su apoyo». Además, el ex CEO de Torneos se declaró culpable y acordó una multa de 21.6 millones de dólares.
