Lomachenko derrotó a Nakatani en duelo de derrotados por «Teo»
Ambos pugilistas fueron llevados al límite antes de ser declarados perdedores contra el catracho.
Las Vegas, Estados Unidos. (HSI) – El ucraniano, Vasyl Lomachenko, se impuso en el noveno round tras una ráfaga de golpes, al japonés Masayoshi Nakatani, en un duelo que enfrentaba a dos de las víctimas del boxeador de origen hondureño, Teófimo López, cuyo padre estuvo en el Virgin Hotel en Las Vegas, Nevada.
A sus 33 años, el zurdo demostró que está listo para volver a subirse a lo más alto de los mejores libra por libra y consiguió un triunfo más que importante ante un rival que ostentaba un récord de 19-1, de los cuales 13 triunfos habían sido por la vía rápida y que también venía de caer ante el hondureño en julio de 2019. En esa pelea mostró mucho más que ante Lomachenko, recordando que fue pactada a solo ocho asaltos, uno menos que esta noche.
Lomachenko fue superior desde el inicio de la pelea y no dejó muchas oportunidades a un rival que decepcionó por lo poco que mostró. Un sparring lo hubiera hecho mucho mejor. No obstante, el japonés se movió bien sobre el ring en los primeros dos o tres asaltos e intentó responder de contraataque, algo que no mostró al final. El primer quiebre de la pelea se produjo en el quinto asalto, cuando tras varios golpes del ucraniano, Nakatani cayó a la lona por primera vez.
A partir de ahí la pelea fue toda del ucraniano que golpeó cada vez con más decisión y en el séptimo asalto lo tuvo contra las cuerdas, a punto de derribarlo nuevamente. Sin embargo, el asiático se sostuvo y salió «vivo» para solo alargar su agonía en el ring.
Tras un octavo round en el que ambos bajaron la marcha, en el noveno Lomachenko salió con todo y logró el triunfo tras botarlo poco después de un minuto de ese asalto. Ahora suma una foja de 15 victorias (10KOs) y 2 caídas. Pero lo más importantes es que se mostró en buen estado para ir por los cinturones que perdió hace menos de un año ante el olímpico por Honduras en Rio 2016.
Triste espectáculo del oriental y una demostración que ha animado a algunos narradores mexicanos a pedir revancha a Teófimo López, como si la agenda del nacido en Brooklyn, fuera de dominio público.