Barcelona, España. (Agencias) – El fútbol inglés vivió un gran día. El Tottenham y Liverpool se metieron a los octavos de la Champions League luego de lograr el resultado mínimo para ese objetivo.
Un gol de Lucas Moura a cinco minutos del final sirvió al Tottenham para empatar contra el Barcelona en el Camp Nou (1-1) y clasificarse para los octavos de final de la Liga de Campeones, después de que el Inter de Milán también empatase su partido ante el PSV Eindhoven.
El conjunto londinense se sobrepuso al tanto inicial de Dembélé y peleó hasta el final por igualar la contienda. El tanto en el 85 de de Lucas Moura, que remató en boca de gol un centro desde la izquierda de Harry Kane, fue el justo premio para los Spurs.
Mientras, la máquina de despejar balones de Virgil Van Dijk, el imperial Salah, con un gol magnífico, y Alisson Becker, con una milagrosa intervención en el tiempo añadido, metieron al Liverpool (1-0) en octavos como segundo de grupo en detrimento del Nápoles, que irá a la Liga Europa.
En un partido al borde del infarto, el Liverpool acabó con las opciones de un Nápoles que acarició el éxito al final, pero que no lo mereció y que no acabó antes en la lona por las incontables ocasiones falladas por los de Jürgen Klopp.
El Atlético de Madrid sufrió un empate frustrante en Brujas, apartado de la primera plaza de su grupo de la Liga de Campeones por un 0-0 en Bélgica, un ejercicio de dominio prácticamente inofensivo, con apenas un par de ocasiones, y el triunfo a la vez del Borussia Dortmund en su visita a Mónaco.
Un objetivo incumplido, un sorteo previsiblemente más complicado para los octavos de final, el partido de vuelta fuera de casa… Ni el factor de depender de sí mismo ni la posesión del balón, un 57 por ciento, le bastaron al conjunto rojiblanco, al que le sobró balón y le faltó verticalidad, atascado contra el repliegue de su oponente salvo al principio, cuando dispuso de sus mejores opciones.
El Inter de Milán tenía en su mano lograr el pase a octavos, pero se durmió en los laureles ante un PSV Eindhoven que no estaba dispuesto a ser la comparsa de nadie en el Giuseppe Meazza. Eliminado desde el minuto 13, la puntilla se la dio Lucas Moura en el 85 en Barcelona.
Gran partido en Belgrado de Neymar, que contribuyó a la victoria del PSG (1-4) ante un Estrella Roja que soñó con el empate en la segunda mitad. Marcaron Cavani y Neymar en la primera parte, mientras que Marquinhos y Mbappé sentenciaron para otorgar el triunfo y el liderato de grupo a los de Tuchel.
Mbappé es muy bueno, buenísimo. Qué decir de Cavani, un goleador de esos que se pierden con el paso de los años. Pero el que marca la diferencia en el PSG sigue siendo Neymar. Diferente a todos, enemigo público número uno de aquel que tiene enfrente. Le cosen a patadas y él responde con fantasía. En Belgrado, el PSG selló el liderato al son del brasileño.
