Mané anotó el tanto de la victoria para el Liverpool. Foto LFC
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Mané anotó el tanto de la victoria para el Liverpool. Foto LFC
Liverpool, Inglaterra. (EFE) – El Liverpool fue superior en casi todos los momentos del encuentro, especialmente con un dominio absoluto en la segunda parte.
El partido, sin embargo, comenzó con una buena imagen del Everton. Los locales intentaban desorganizar la defensa del Liverpool a base de ataques rápidos y potentes, aunque Lukaku no disfrutó de demasiadas ocasiones en el primer tiempo.
El Liverpool fue reaccionando con el paso de los minutos. Klopp consiguió ‘espabilar’ a los suyos desde el banquillo y, aunque los de Goodison Park no tiraban la toalla, comenzó a aparecer el fútbol control y de superioridad de los ‘reds’.
El descanso llegó cuando mejor estaban los visitantes, que no encontraban el último pase a pesar de los numerosos acercamientos al área de Stekelenburg.
La segunda mitad trajo la certeza de la superioridad de los pupilos de Klopp. El Everton renunció totalmente al ataque, dejando a Lukaku aislado a la espera de un milagro que, cómo suele pasar en estos casos, nunca llegó.
En una de las ocasiones de los visitantes, Stekelenburg cayó lesionado. Tras unos minutos intentando reponerse, finalmente Joel saltó al campo en su lugar, lo que provocó un descuento de ocho minutos.
Y de ello sacó provecho el Liverpool. Mané recogía un rechace del palo en el 94 para poner justicia en Goodison Park y llevar a los suyos hasta la segunda plaza. Por su parte, el Everton se mantiene en la zona media tras el derbi.
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