Leicester City, Inglaterra. | EFE |
Historia viva del fútbol. Así se podría catalogar este momento, impensable hace nueve meses. Wes Morgan y Claudio Ranieri han alzado el trofeo que proclama que el Leicester es el campeón de la actual Premier League.
Guarden este momento en sus retinas, porque quién sabe cuánto tiempo pasará hasta que volvamos a ver algo similar suceder. Un equipo que hace dos años sellaba su ascenso a la Premier, hoy la levanta como su vigente campeón.
La liga inglesa entregó el trofeo al término del encuentro que enfrentó a los de Claudio Ranieri contra el Everton. La plantilla en su totalidad recibió la medalla de campeón. Wes Morgan, el capitán, fue el último. Y el encargado, junto al propio Ranieri, de levantar la copa.
-El encuentro que Leicester usó para celebrar la Premier League como suya-
La increíble atmósfera que se respiraba en el fortín de los ‘foxes’ desde minutos antes del encuentro motivó a un conjunto de Ranieri que con su flamante corona de campeón inglés salió más intenso que nunca. El empuje inicial no tardó en trasladarse al marcador, ya que Vardy, que volvía tras su sanción, abrió la lata rematando un centro de King desde banda derecha.
El dominio del balón fue cosa del Leicester durante la primera mitad. Comandados por el espíritu luchador de Vardy y la capacidad creativa de King, llegó el segundo tanto pasada la primera media hora del encuentro a manos de, precisamente, el centrocampista galés. El Leicester se gustaba y el Everton se marchó a vestuarios sin conseguir disparar a puerta.
Aunque en la reanudación del partido fue el Everton quien comenzó avisando. Lo hizo de mano de un Lukaku bastante inactivo durante los 90 minutos. El belga cabeceó a bocajarro un buen centro desde banda derecha pero Schmeichel se creció para que nadie aguara la fiesta de los ‘foxes’.
Pero la ocasión de los ‘toffees’ tan sólo fue un espejismo, ya que Fuchs exigió -y mucho- a Joel con dos disparos peligrosos y Vardy se aprovechó de un penalti que él mismo provocó para anotar el segundo gol de su cuenta particular. Minutos más tarde no tendría la misma suerte, ya que dispuso de otro lanzamiento desde los 11 metros pero mandó el balón a las nubes.
Mientras el encuentro agonizaba, Mirallas aprovechó para maquillar el resultado tras comandar una gran contra que él mismo selló. Pero el gol no afectó anímicamente a los ‘foxes’, que al terminar el encuentro se reunieron en el centro del campo para agradecer a las gradas, en las que reinaban banderas con el escudo del equipo, todo el apoyo recibido durante la temporada en la que han logrado hacer historia.
