Cleveland, Ohio. (DM) – LeBron James activó su modo Vito Corleone en ‘El Padrino’ para eliminar rivales, y lo hizo con 41 puntos, 11 rebotes, 8 asistencias, 4 robos y 3 tapones que lideraron a los Cavaliers en su triunfo 115-101 ante los Warriors de Stephen Curry (30 puntos con 6 triples de 13 intentos) para poner el 3-3 en las Finales de la NBA, que se decidirán en un séptimo y decisivo partido en Oakland.
LeBron se desbordó por segundo juego consecutivo con 41 puntos y los Cavaliers se acercan a una hazaña, ya que ningún equipo en 32 finales abajo por 3-1, como estuvieron, ha podido ganar una final de NBA.
Habrá séptimo partido de la Final de la NBA. Los Cavaliers han conseguido forzarlo guiados de la mano de un LeBron James que se empeña en lograr su sueño de darle un anillo a Cleveland. ‘El Elegido’ ha vuelto a repetir los 41 puntos que ya había logrado en el quinto partido para liderar a los suyos, que han borrado de la pista a los Warriors, en los que su estrella, Stephen Curry, ha acabado eliminado por faltas y perdiendo los papeles llegando incluso a lanzar su protector bucal contra el público.
El partido ha comenzado con un ritmo tan trepidante que ha pillado a los Golden State totalmente desprevenidos. Los Cavaliers se han empapado del gran ambiente que había en ‘The Q’ y han vapuleado a unos Warriors que han firmado su peor registro en un primer cuarto en lo que va de temporada.
Tan solo 11 puntos han logrado los de Steve Kerr, a quien le ha fallado la apuesta de apostar por un quinteto titular con Iguodala y Draymond Green de pívot ante la ausencia de Bogut, para acabar los 12 primeros minutos 20 puntos abajo en el marcador (31-11).
En el segundo cuarto, los Warriors han comenzado a despertar. Básicamente gracias a Curry, que era el único que daba la cara consiguiendo llegar al descanso con 18 respetables puntos. Pero conSteph no bastaba para frenar a unos Cavaliers donde brillaban por encima del resto Kyrie Irving, LeBron James y Tristan Thompson, convertido en el dueño de la pintura.
Con el paso de los minutos, la reacción de los de Steve Kerr se ha disuelto y finalmente se ha llegado al descanso con 59-43 en el marcador. Esos 43 puntos eran la segunda peor marca tras los primeros 24 minutos de lo que va de temporada, pero aún así, los Warriors mantenían la esperanza de que el partido diese un giro tras la reanudación.
-18 puntos seguidos de LeBron-
Al inicio del tercer cuarto ha llegado el primer triple tras ocho intentos de un Klay Thompson, que con 15 puntos en este tercer parcial ha mantenido con vida a los Warriors. Pero los Cavaliers continuaban enchufadisimos, se les veía en las caras como la de LeBron que derrochaban responsabilidad ante la afrenta de salir victoriosos y confianza en sí mismos para lograrlo.
Stephen Curry nunca se rinde, y ha llegado a poner a los suyos a 7 en el marcador al inicio de los últimos 12 minutos de partido, pero LeBron James, con 18 puntos de forma consecutiva sin que nadie más de los Cavs anotase, ha liderado un tapón a las aspiraciones de los Warriors escenificado precisamente con un gorro al propio Curry (con dedicatoria incluida) que con 99-84 a menos de cinco minutos de final ha empezado a dibujar el triunfo de los Cavaliers.
Desde ese momento hasta la bocina, ha dado tiempo para ver desesperarse a Stephen Curry, eliminado tras cometer la sexta falta que le ha hecho perder los nervios para acabar lanzando su protector bucal contra un aficionado de primera fila. Un acto que, aunque grave, ha sido fruto de la frustración de un ganador que se ha disculpado con el afectado tras lo sucedido.
El séptimo partido de esta final será el próximo domingo en Oakland, sede los Golden State Warriors.
Sólo dos veces en la historia de las finales de la NBA un equipo que se quedó atrás 1-3, como le ocurrió a los Cavaliers, forzó un séptimo juego: fueron los New York Knicks en 1951 y Los Angeles Lakers en 1966.
