Ni el aviso de las últimas temporadas en Anoeta, ni la presión del Real Madrid, ni el flojo encuentro ante el Málaga… Nada. El Barça sumó una nueva decepción a su decepcionante inicio temporada y queda en situación crítica, a 6 puntos del Real Madrid, antes del ‘Clásico’ del próximo fin de semana en el Camp Nou.
El choque ante la Real Sociedad desnudó por completo a un equipo sin alma, desconectado y en el que las constantes discrepancias entre sus futbolistas brillaron por encima del juego. Un juego que, dicho sea de paso, no existió. Los azulgranas tuvieron suerte de sacar un punto de un campo que seguirá siendo maldito y lo hicieron gracias a una acción aislada y gracias a un enorme golpe de suerte, pues fueron totalmente sobrepasados por una Real Sociedad que mereció incluso golear a los de Luis Enrique.
Acabó el asturiano como hace dos temporadas, sin respuestas y resignado en el banquillo de Anoeta, sin saber cómo meter mano a un equipo que probablemente es el que mejor fútbol está practicando en la Liga en estos momentos.
Neymar podrá estar disponible ante el Madrid tras no ver la amarilla. Foto EFE
Se agotan los adjetivos para definir la salida del Barcelona al campo de Anoeta. Como si las dos últimas visitas no hubieran servido de aviso, los azulgranas volvieron a salir a verlas venir, con un Mascherano en plan exfutbolista y un centro del campo inexistente, en el que André Gomes volvió a hacer aguas por los cuatro costados.
La Real no se adelantó en la primera mitad por verdadera mala suerte. Tuvo ocasiones de todos los colores: disparos de Íñigo Martínez, remates de cabeza de Xabi Prieto, voleas de Oyarzabal… Mientras tanto, el Barcelona se dedicó a esperar en su campo. Ni un tiro a portería en los primeros 40 minutos y una sola entrada en el área de la Real en toda la primera mitad. Demasiado poco para un equipo que aspira a ganar la Liga.
Luis Enrique trató de reaccionar reemplazando a Rakitic por Denis Suárez, pero el gallego no aportó el peso esperado en el centro del campo hasta los últimos instantes. Y es que Sergio Busquets y André Gomes eran verdaderas máquinas de perder balones que, generalmente, Vela transformaba en ocasiones clarísimas para los donostiarras.
Tras el primer amago de reacción azulgrana -lanzamiento de falta de Neymar que envió a córner Rulli-, la Real se adelantó en una jugada en la que falló al completo la defensa del Barcelona y Willian José envió a la red un cabezazo que no pudo sacar en la línea Piqué.
La suerte, o la calidad de los de Luis Enrique, quiso que el desaguisado se arreglara en un puñado de minutos. Neymar se fue de Carlos Martínez y le regaló el tanto a Messi, que no perdonó.
Luis Enrique da instrucciones a sus jugadores en Anoeta. Foto FCB
Pero el Barcelona era un manojo de nervios, que regalaba balón tras balón, y Vela seguía creando ocasiones clarísimas, llegando a estrellar dos balones en el palo. En uno de ellos, Juanmi hizo el 2-1, pero el colegiado lo anuló por un fuera de juego que no existió. Hasta en eso tuvo suerte el Barcelona en Anoeta.
Los últimos minutos rompieron el choque y ahí sí que apareció una versión más o menos decente del Barcelona, un resquicio de lo que un día fue el equipo azulgrana a los mandos de Guardiola o del primer Luis Enrique. Denis la tuvo, pero también un renacido Granero dispuso de hasta tres lanzamientos para haber hecho el 2-1 en los últimos cinco minutos.
El Barça queda a 6 puntos y llega al límite al ‘Clásico’, en el que los de Luis Enrique no pueden fallar y tienen toda la presión. La Real, entretanto, dormirá preguntándose cómo no ha podido ganar este partido después del baño táctico que le ha dado Eusebio a Luis Enrique.