Buenos Aires, Argentina. | HSI |
“¿Cómo andás, Bambi? Che, acá hay un negro que la rompe: potente, goleador… ¿Por qué no te lo llevás a San Lorenzo? Algo así le debe haber dicho Hernán Sosa, un defensor Uruguayo que en los 90 vistió la camiseta de San Lorenzo, a Héctor Veira quien había sido su DT. El charrúa terminó su carrera en Costa Rica y, antes de ser entrenador, se dedicó a recomendar jugadores centroamericanos a clubes argentinos”. Así comienza una nota elaborada por Diario Olé a nuestro compatriota Eduardo Bennett; publicada a mediados de 2015 por el diario deportivo, que es uno de los más importantes de Latinoamérica.
Me llama mucho la atención la fecha de publicación, pues “El Balín” se despidió de la tierra de Maradona en la temporada 2001-2002. Ese tiempo jugó para Quilmes, su último equipo acá. Me digo a mi mismo: “Si todavía lo llaman para hacerle entrevistas después de trece años, este tipo tuvo que ser importante por estos rumbos”.
Unos de días después, nos subimos a un taxi con un par de amigos hondureños que también estudian aquí. Como casi siempre, de forma automática te preguntan de dónde sos al escuchar tu acento diferente. El conductor era ya alguien de avanzada edad, o un “viejito”, como diríamos nosotros. Cuando le indicamos nuestra procedencia, su tono de voz se levanta con emoción:
“¡Ah, el país de Bennett! » Para nuestra agradable sorpresa, el señor era un apasionado hincha de San Lorenzo.
«¿Sabés lo que lo queríamos a ese negro?» nos dijo, con ese tono nostálgico de alguien que está por sumergirse en uno de los mas lindos de sus recuerdos. Y siguió:
«Era bravísimo, y nunca se arrugaba. Le hacía goles a River y a Boca; era como una tromba, los defensas se le corrían cuando lo veían arrancar”, nos relató emocionado, sobre la forma en que “El Demonio” encaraba los clásicos. Luego continuó: “En San Lorenzo lo recordamos muchísimo. No solo como jugador, como persona lo adorábamos por su humildad”- siguió elogiándolo.
Y dijo mas cosas, que quisiera recordarlas todas; pero me voy a quedar con la mas graciosa y curiosa a la vez, que asimismo fue la que inspiró el título de este nota. Justo antes de bajarnos del vehículo, el amigo taxista concluyó con su narración:
“Teníamos un cántico que decía: ‘¡mirálo ve, mirálo ve, ES EL HERMANO DE PELÉ!’»
