Las Vegas, Estados Unidos. (AGE) – Jon Jones, tras volver a combatir en la UFC y recuperar el título de campeón semipesado con un nocaut categórico ante Daniel Cormier, el famoso luchador fue notificado sobre otra potencial infracción a la política antidopaje. Una más en su polémica carrera.
El peleador de 30 años, considerado como el mejor libra por libra en artes marciales mixtas (MMA), dio positivo de esteroides en una prueba que le había realizado la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) el día anterior a su pelea con Cormier del 29 de julio en Anaheim, California.
Dana White, presidente de UFC, confirmó la prueba fallida en diálogo con ESPN, pero no se pronunció acerca de la decisión de despojar del título a Jones para dárselo a Cormier. Además de quitarle el título, podría caerle una sanción de dos años, según las normas de la USADA.
Daniel Cormier, por su parte, se mostró consternado con el resultado positivo de su rival: «Estoy decepcionado. Me abstendré de decir nada más hasta que tenga claro lo que ha sucedido. En mi mente, el 29 de julio competí y perdí. Pensé que Jon Jones fue mejor que yo ese día. Ahora no sé qué pensar. No puedo creer que estemos pasando por esto otra vez.»
La empresa promotora anunció la potencial infracción en la previa del UFC 214, pelea que Jon Jones ganó después de ausentarse un año debido a otro resultado positivo en una prueba antidopaje. En aquella ocasión, había quedado excluido del UFC 200.
Antes de eso, Jones fue despojado de su cinturón en 2015 después de verse involucrado en un accidente de tránsito y abandonar el lugar en que éste ocurrió. Luego, en julio de 2016, falló el control del UFC 200 (también su rival iba a ser Cormier) y le echó la culpa a una píldora para mejorar el rendimiento sexual.
