Triplete de Icardi para que el Inter gane el Derbi della Madonnina
Milán, Italia. (AGE) – AC Milán no pudo con el vecino. Inter se lo llevó y el derbi milanés es neroazurro. Icardi se vistió de héroe al hacer los tres goles de los suyos.
No importa que los equipos de Milán no estén en su mejor momento. No importa que uno de ellos esté de clara capa caída. Los derbis de la capital lombarda son siempre especiales. Y éste estuvo a la altura.
Desde el primer minuto quedó claro que el Milan está a años luz de su vecino. Replegado y conforme con jugar al contragolpe, permitió que el Inter elaborase su fútbol casi a placer.
Pero las ocasiones se fueron alternando en ambas áreas, gracias a las múltiples imprecisiones de ambos equipos en los primeros compases del partido.
Los fallos dejaron sitio a las faltas, y con éstas empezaron a llover las amarillas. Los derbis milaneses son siempre intensos, con más que tres puntos en juego, y eso se nota.
En el minuto 28 de partido se rompió la igualada. El Inter obtuvo el premio del gol. Centró Candreva, por fin acertado, un balón al corazón del área, y el delantero argentino batió a Donnarumma de primeras.
El tanto dejó tocado al Milan. No supo reaccionar, y sólo al filo del descanso llegaron a inquietar a Handanovic. Una buena jugada, quizá la mejor del Milan hasta el momento, que Borini por dos veces desaprovechó.
Tras el descanso, la revolución. Kessié se quedó en el banquillo y entró Cutrone. Y al Milan le cambió al cara. Empató el partido en el 49′, pero el remate de Musacchio quedó invalidado porque el ex del Villarreal estaba en fuera de juego cuando previamente disparó André Silva al poste.
A esa ocasión le siguió otra, y otra… Handanovic empezaba a sudar, y tanto fue el cántaro a la fuente que terminó rompiéndose. Fue Suso el autor del gol del empate, aprovechando que la zaga del Inter le dejó espacio. No se lo pensó dos veces y chutó, ante la falta de alternativas.
Un bonito gol que resultó imparable para el portero esloveno. Pero la suerte en el fútbol es esquiva, y en cualquier momento puede darte la espalda.
Eso ocurrió menos de 10 minutos más tarde. Corría el minuto 63, cuando Perisic puso un balón a media altura al corazón del área para que Mauro Icardi, de una manera un tanto extraña, rematase a puerta el que sería el 2-1 para el Inter.
Cuando mejor estaba el Milan, mazazo. Otra vez a remolque. Otra vez a trabajar para empatar. Se fue Romagnoli y entró Locatelli, y el Milan volvió a dar un paso al frente. La suerte que le faltó en el 2-1 le llegó de golpe en el empate a dos.
Porque el disparo de Bonaventura lo detuvo Handanovic, pero no lo atrapó. Lo rechazó, pegó en el poste, impactó en su rodilla y se coló con él en la portería. El gol tonto de la jornada.
El tanto dejó al Inter tocado. Muy tocado, de hecho. Pero Ricardo Rodríguez decidió que en el 89 era buena idea agarrar a un rival en el área. Penalti para el Inter, que transformó Icardi, engañando a Donnarumma.
Buscó el Milan de nuevo el empate, pero lso de Montella estaban desconectados. El revés había sido demasiado duro, un golpe tras otro, hasta quedar ‘k.o.’.
Tercera victoria consecutiva del Inter, que sigue la estela del Nápoles, y tercera derrota consecutiva del Milan, que cae hasta la décima plaza, completamente desnortado y sin rumbo.
