Toronto, Canadá. (AGE) – Desde el primer beso en 2007, Canadá siempre suele guardarle una espectacular puesta de sol a Lewis Hamilton. Aunque diluvie, que no fue el caso esta vez. El británico arregló el entuerto de Montecarlo con su sexta victoria en la Isla de Notre Dame, a sólo una de ese récord ya no imposible de Michael Schumacher.
Apenas un leve incordio de Max Verstappen en las primeras curvas. El niño holandés firmó una poderosa arrancada -del 5º al 2º- sin miramientos en la que dejó maltrecho el alerón delantero de Sebastian Vettel. Ese madrugador arañazo en la primera curva dejó al líder del Mundial sin opciones de podio, pese a una colosal remontada hasta el cuarto puesto, y encendió definitivamente el turbo de Hamilton, que logra su tercer triunfo del año y vuelve a pegarse al alerón del Ferrari en el campeonato, a sólo 12 puntos. Carlos Sainz sufrió un accidente en la primera vuelta y Alonso rompió el motor a dos vueltas del final.
Puede que Hamilton se pasase toda la noche embelesado con el casco de Ayrton Senna que recibió por su 65ª pole. Si así fue, no se le notó en absoluto. Él fue a lo suyo desde que los semáforos se apagaron. Aplacando el ímpetu de Verstappen en el inicio, manteniendo la calma tras el ‘safety car’ por el accidente de Sainz en la primera vuelta y desatando su furia sobre su asfalto favorito. En Canadá, olvidó la pesadilla vivida en Mónaco, donde más de uno pensó que se le empezaba a escapar el campeonato. Donde puede que incluso él volviera ver el fantasma de Rosberg en forma de su compatriota Vettel. Nada de eso. El británico asestó su paraíso de Montreal su tercer golpe de la temporada y devolvió las cosas a la normalidad.
Porque las ilusiones de Vettel, aún líder del Mundial aunque con menos lustre que hace un par de semanas, se apagaron con ese mordisco de Verstappen a su alerón delantero. Seb tuvo que visitar el garaje antes de lo previsto para solucionar la avería y nunca más pudo ver el podio como una opción real. Y eso que al niño de Red Bull el motor le dejó tirado con sólo 11 vueltas. Dio igual. El alemán tuvo que sudar de lo lindo para deshacerse de los rosados Force India, aunque logró salvar un buen puñado de puntos con su cuarta posición. Minimizando los daños y firmando una gran remontada desde la 17ª posición en la que llegó a estar durante la prueba.
