Distrito Federal, México. (AFP) – El británico Lewis Hamilton (Mercedes) logró una agridulce consagración como campeón del mundo de Fórmula 1, este domingo, sin poder subirse al podio del Gran Premio de México, que fue ganado por el holandés Max Verstappen (Red Bull) en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
Hamilton, de 32 años, colecciona un nuevo título de la categoría reina del automovilismo tras las conquistas en 2008 (McLaren-Mercedes), 2014 y 2015 (Mercedes).
Verstappen salió segundo y dominó la carrera de punta a punta, beneficiado por un toque que se dieron en los primeros metros el Ferrari del alemán Sebastian Vettel y el Mercedes de Hamilton. Ambos sufrieron un serio rezago.
Tras el incidente, Vettel emprendió una frenética remontada que le permitió escalar posiciones hasta alcanzar el cuarto lugar, mientras que Hamilton se colocó en la novena posición.
«No sé qué pasó en la curva 3, le di mucho espacio a Sebastian. Hice todo lo que pude y tuve que remontar. No fue la carrera que yo quería», comentó Hamilton al final de la competencia.
«Gracias a mi equipo que ha sido increíble durante cinco años, estoy orgulloso de formar parte de él», agregó.
Después de 18 fechas de la temporada y a falta de dos carreras (Brasil y Abu Dabi), Hamilton aseguró el campeonato con 333 puntos, seguido por Vettel con 277.
Con su cuarto título del mundo, Hamilton empató a Vettel y al francés Alain Prost con cuatro campeonatos ganados en la Fórmula 1. Más arriba están el argentino Juan Manuel Fangio, con cinco, y el alemán Michael Schumacher con siete.
– Carnaval de la muerte –
Las dos horas previas al banderazo de salida fueron muy festivas, también coloridas.
El desfile de autos clásicos con los pilotos ante la tribuna resaltó la pasión de la afición mexicana por la Fórmula 1 y sus pilotos.
El carismático Daniel Ricciardo y el vertiginoso Max Verstappen, ambos de Red Bull, dieron la vuelta al autódromo con vistosos sombreros de charro.
Todos los pilotos recibieron ovaciones, pero ninguno como el favorito sentimental, el mexicano Sergio Pérez, aunque el reconocimiento al inminente campeón, Lewis Hamilton, también fue muy sentido y sonoro.
Mientras los corredores regresaron para prepararse, la pista quedó lista para una verbena de esqueletos con trajes de charro y catrinas, personajes alusivos a la festividad del día de muertos que México celebra el 1 y 2 de noviembre, al ritmo de «La vida es un carnaval», de Celia Cruz.
– La desesperada lucha de Vettel por evita el triunfo de Hamilton –
Y, después del carnaval la esperada carrera, que se definió desde el inicio a favor de Verstappen. El holandés no pasó ningún contratiempo gracias al incidente que sufrieron Vettel y Hamilton, que pretendían un adelantamiento tempranero.
El toque no tuvo necesidad de investigación, pero sí serias consecuencias que costaron tiempo. Al Ferrari del alemán tuvieron que reemplazarle el alerón delantero y al Mercedes del británico fue necesario cambiarle el neumático trasero derecho.
Hamilton cayó hasta el último puesto, pero conservó la calma y empezó a aprovechar las paradas y los retiros de otros pilotos como Ricciardo, Hulkenberg, Hartley y Ericsson.
Por fin pudo meterse a zona de puntos como décimo, pero aún tuvo tiempo de sostener un duelo con Fernando Alonso (McLaren). El británico le ganó al español en la vuelta 68 y así se hizo con el noveno lugar.
Por su lado, Vettel, sabiendo que Hamilton no terminaría entre los primeros cinco, se vio en la necesidad de terminar primero o segundo para alargar la definición del campeonato y mantenerse en la pelea por el título.
El alemán emprendió la frenética remontada que comenzó con un buen duelo con Felipe Massa (Williams). El brasileño hizo sus maniobras defensivas para no permitir el rebase, pero Vettel se le adelantó.
