París, Francia. (EFE) – Rumanos y suizos atacaron, buscaron grietas en el rival y no especularon. Ambas selecciones hicieron méritos para llevarse el triunfo en la segunda jornada de la Eurocopa, pero tuvieron que conformarse con un empate que hace justicia.
Suiza suma cuatro puntos y Rumanía, uno, con la última jornada por disputar. Ambos combinados regalaron un partido entretenido en un Parque de los Príncipes muy colorido. El empate es un resultado justo, aunque el marcador pudo haber sido más abultado. Ocasiones para ello las hubo, desde luego.
Sobre el papel, el cuadro de Vladimir Petkovic contaba con más opciones de hacerse con los tres puntos. Las primeras ocasiones fueron suyas. Tras un primer disparo lejano, Seferovic se plantó solo en el área de Tatarusanu y su lanzamiento se marchó lamiendo la escuadra izquierda.
Rumanía reaccionó con la misma grandeza que mostró ante Francia. No tienen complejos los de Iordanescu, que se lanzaron en busca de Sommer. Lichtsteiner, como Evra en el anterior partido, cometió un penalti evitable y Stancu, como en el anterior partido, no falló.
El cuadro rumano no se amuralló en torno a la portería de Tatarusanu y buscó el segundo tanto. Sapunaru se tiraba de los pelos al no saber convertir en 2-0 un balón que había quedado muerto en el área helvética tras un lanzamiento de falta.
Tras la segunda parte, cuando peor estaba Suiza, con una Rumanía cómoda y con las ideas claras cada vez que disponía de la bola, llegó el empate. Mehmedi cazó un balón prácticamente en el área chica tras un córner. Su zurdazo se coló sin oposición en la meta rumana.
Mismo guión tras el tanto suizo. Sommer evitó el gol rumano desde lejos y Shaqiri lo intentaba de media chilena. Ambas selecciones siguieron merodeando las áreas rivales hasta el final, aunque con menor intensidad.
Y es que el cansancio pesó en los últimos minutos del encuentro. Aunque ambos lo merecieron, el triunfo esquivó a dos selecciones meritorias.
