Lille, Francia. (EFE) – Un golazo y una asistencia del jugador del Nápoles, Hamsik, son suficientes para derrotar a una Rusia que volvió a decepcionar en la Eurocopa.
Eslovaquia se reengancha a la Eurocopa gracias a un triunfo tenaz, que basó en la calidad de su ataque en la primera mitad y en la seguridad de su defensa tras la reanudación. Rusia, que venía de empatar a última hora ante Inglaterra, se quedó de nuevo a las puntas de una remontada heroica, pero le faltó tiempo ante un conjunto eslovaco que acabó totalmente muerto.
El choque comenzó muy igualado, con dos conjuntos que mostraban más sus carencias que sus virtudes. Las imprecisiones eran constantes y no fue hasta la aparición de Dzyuba y Hamsik cuando Rusia y Eslovaquia se centraron. El ariete aprovechó bien su corpachón y fue el faro que alumbró el ataque ruso, mientras el jugador del Nápoles lo intentaba con algún disparo aislado al contragolpe.
El partido tenía mucho centro del campo y poco ataque y las oportunidades eran oro puro. En una de ellas, Dzyuba no pudo precisar un remate de cabeza y, casi acto seguido, Smolov, otro de los mejores, golpeaba desde la frontal del área y su chut salía rozando el palo de la portería defendida por Kozacik.
Decide Hamsik.
Se veía venir el 1-0 para los rusos, pero entonces hizo acto de presencia la magia de Hamsik. El mediapunta del Nápoles le puso un espectacular balón a Weiss a la espalda de Smolnikov y el eslovaco, con un toque sutil, se dehizo tanto del propio lateral como de Berezutski para batir sin problemas a Akinfeev.
El tanto llenó de nervios a Rusia, que acumuló una fase final de la primera mitad desastrosa. Ya con el tiempo cumplido, Hamsik volvió a aparecer y lo hizo para decidir el partido. El habilidoso jugador eslovaco recibió un saque de esquina en corto, recortó a Shatov y la puso en la escuadra de Akinfeev. Y, de ahí, el partido se fue al descanso.
-Mejoría insuficiente-
Slutski movió el equipo y retiró a los intrascendentes Golovin y Neustädter en el intermedio, dando entrada a Mamaev y Glushakov, y Rusia pareció mejorar. Le costó, en cualquier caso, pero poco a poco consiguió volcar el campo hacia la portería eslovaca.
Las ocasiones cada vez eran más claras y Rusia estuvo a punto de empatar en un doble remate de Smolov y Glushakov, pero Durica estuvo muy atento para abortar el remate del primero y el segundo no consiguió encontrar portería. El tanto era cuestión de tiempo y lo hizo Glushakov después de un gran centro de Smolov.
Rusia se lo creía y acabó por encerrar a una Eslovaquia que acabó colgada del larguero, pero que sumó una victoria que le vuelve a meter en la lucha por la clasificación. Rusia, pese a su paupérrima imagen, se la jugará ante Gales.
