En el Azteca, todos jugaron bien su partido, en especial la CONCACAF
San Pedro Sula, Honduras. (HSI) – Después de 20 horas que el kilométrico juego entre México y Honduras rompió un récord de Guinness en el Azteca, y con la cabeza más fría, las conclusiones deben aflorar.
Cada parte del juego asume su rol. Aquí lo que importa, hace mucho nos queda claro, no es el deporte. El negocio se prioriza para los jugadores de traje y corbata.
El negocio de los dólares es prioridad para la CONCACAF que recibe su tajada de la participación de los equipos de su área a la Copa América.
El negocio se hizo realidad gracias al servil tocapitos que eligieron. Un personaje que luego de esta actuación, se sumó a Geiger, como uno de los nefastos de la CONCACAF.
Ya en el estadio Azteca, México a lo suyo, jugar a buscar la remontada, Honduras por evitarla y de poder, sumar un nuevo aztacazo.
El grito de PUTOS ya es oficial en México por lo que ya podemos gritarles CUL… a nuestros rivales
El público comenzó muy bien siendo el #12 que toda selección quiere tener al lado. Con el pasar de los minutos el apoyo se convirtió en gritos.
Honduras la tuvo tres veces antes del minuto 40 y cada vez más la gente del Azteca estaba más frustrada y poco alentada por el rendimiento del Tricolor que no daba con una.
Al final del primer tiempo descontaron los locales con un gol de tiro libre que cedió Rosales. Gran gol y la esperanza volvió.
Con el paso del tiempo, nuevamente la frustración volvió y también el grito de PUTO. Debió hacerse una advertencia en el estadio. No oí se hiciera.
Cerca de los 40 minutos del segundo tiempo el grito volvió a ser evidente. El PUTO cuando sacaba Menjívar era mas que claro.
No hubo nada por parte de los árbitros y tampoco de los alineados comisionados de la «CONCACASH». Un descaro absoluto.
Allí parte del papel de la CONCACAF. Luego México que entiende bien que, si busca, la CONCACASH le dará. Y hay que decirlo, el TRI lo buscó.
México buscó empatar la serie
Honduras hizo lo suyo, jugó bien en los primeros 45 minutos y los 30 suplementarios. El segundo tiempo fue acosado constantemente.
Edrick Menjívar si cierto es que enfrió el juego a veces con sus «lesiones» mucho tuvo que ver con el tiempo agregado y eso hay que aceptarlo.
Lo de los penales es una vergüenza al si repetir los adelantamientos de Edrick y no el de Malagón. Barton hacía ya su rol final.
Dejemos claro algo, el Tri no es culpable del árbitro. Su trabajo es jugar y lo hizo y bien hasta donde vi. Los nuestros nada que reprochar.
Los de Iván Barton, es un tema que les daremos más adelante y expondremos como van y vienen favores con los referís.
El CASH por encima del deporte
Claro, en el estadio Azteca, cada uno jugó su papel y cada uno asume su responsabilidad. Para la CONCACASH urgía tener los dólares en entradas que México garantiza.
En el partido único contra Costa Rica, los preocupados deben ser los ticos. Sino son superiores a Honduras, la CONCACASH entrará en acción.
Honduras tiene cerca de dos millones de catrachos en USA. Los ticos por allá con suerte son unos 50 mil. Haga usted las matemáticas.