El Blog de Reiner: El Salvador golea a Honduras…
San Pedro Sula, Honduras. | HSI |
Hola amigos. De vuelta en nuestra amada Honduras y aunque «pataleamos» por cada bache que hallamos y mas aun por cada uno de esos «cráteres» en que nos fue imposible no caer y golpear el carro, estamos listos para enfrentar a El Salvador en uno de los pocos feudos donde ellos no nos van a golear… al menos, eso creo yo: El futbol.
Es que en el resto de cosas, con contadas excepciones, ellos nos golean. Sí, créame eso. Ellos nos golean.
Y mas allá de preocuparme otro poquito mas (porque si me preocupa pues es un asunto de actitud), lo veo como un reto de país y ojalá algún día lo entendamos así TODOS los catrachos de manera de arreglar nuestra Honduras nosotros mismos, no dejarle al gobierno todo, aunque sin librarlo de su buena parte de responsabilidad en esto.
Esta, mi tercera visita a tierras cuscatlecas, me hizo recordar que para saber cómo se deben hacer las cosas MEJOR (No perfectas), solo hay que salir un kilómetro fuera de nuestro país. Así de lejos debemos hacerlo para darnos cuenta dónde estamos parados.
Saldrá alguno que me diga que me vaya a El Salvador a vivir si no me gusta como vivimos en Honduras y hasta puede ser que le tome el consejo, pero la verdad es que lo mas seguro es que quien los haga sea del partido de gobierno y mas seguro aún será que está viviendo de un pseudo trabajo político pagado con mis impuestos y de los que leen este blog, que no son usados para tapar baches sino con otros «fines».
Todo el camino quise fotografiar al ‘azar’ algunas partes del recorrido al que llamamos «A traer tres puntos». Lastimosamente la pobre y cobarde táctica de Jorge Luis Pinto evitó que el nombre que le dimos, fuera acorde con la realidad, esa que usted y yo vivimos con dolor al minuto 90 en el Cuscatlán frente a 15 aficionados, de los cuales cinco mil eran compatriotas nuestros.
Llegamos a la frontera y qué creen? Para salir había que hacer fila y al menos 45 minutos solearse (porque Migración hondureña solo tienen oficinas para los lentos empleados) para que le comuniquemos a nuestro gobierno que salimos de territorio catracho en un relajo donde nadie sabía exactamente dónde estaba haciendo fila. Cruzamos y hacemos migración en El Salvador para que en 10 minutos nos digan «Bienvenidos a El Salvador. Tengan un buen viaje» y eso dentro de una sala donde claramente se puede hacer fila porque está trazado todo para que no hayan confusiones. Agrego, en Honduras llenas unas ‘hojitas’ y en El Salvador lo hacen en una computadora y no llenas nada.
Ya en El Salvador jamás vimos un bache en la carretera y eso que nos fuimos por El Poy, donde los salvadoreños tienen ‘menos cuidado’ el pavimento de sus carreteras. Un viaje tranquilo hasta San Salvador donde la gente se lució y llenó de atenciones con la mayor de las cortesías a los que les visitamos.
Este país, que tiene menos playas que Honduras, es una de las grandes potencias en futbol de playa. Asistimos a los juegos por tercer lugar y la gran final gracias a la cortesía de esta gran gente. Eduardo León López, nuestro colega y hermano, quien con solo oirnos que nos hubiese gustado estar en ese evento tomó la iniciativa de contactar a los organizadores y estos de INMEDIATO nos acreditaron e invitaron a asistir, es así que Pilsener y sus colaboradores nos atendieron de maravilla y pudimos estar en una gran jornada. Allí también nos golean porque en Honduras el fútbol de playa ni existe. Esta será una de las tareas pendientes a cumplir de la nueva directiva de la Fenafuth cuando la misma sea electa en septiembre a mas tardar. Nos golean en eso sin ninguna duda.
La comida barata, el combustible mucho mas barato, la ropa mas barata, sin peajes en unas carreteras que no tienen nada que envidiarle a Estados Unidos, gente con una actitud de servicio a prueba de los mas exigentes. Ni siquiera en Roatán, donde se supone están bien entrenados y capacitados para atender, nos han dado este gran tratamiento. Siguen anotando goles a montón.
Nos perdimos unas cinco veces y la misma cantidad de veces fuimos reubicados amablemente (algo que comienza a escasear en Honduras donde también me he perdido alguna vez).
Fuimos víctimas de dos cosas en este viaje: De la miedosa forma en que dejamos ir un triunfo en el Cuscatlán y del buen trato de los hermanos salvadoreños a los que les invito vayan a conocer y disfruten de una merecidas vacaciones de forma barata, relajada y segura.
Así que con la mejor de las intenciones, de manera que mejoremos a lo interno de nuestra amada Honduras, hagamos nuestro esfuerzo por cambiar nosotros mismos un poco para que en el colectivo veamos un cambio en nuestro país. Si trabajamos como islas, al menos hagamos eso como archipiélago, de forma que seamos mas fuertes y mejores.
No sigamos aguantando goleadas que NOSOTROS mismos podemos cambiar y evitar sin jugar a la defensiva, como lo hizo Pinto en los últimos 10 minutos del doloroso 2-2 contra El Salvador rumbo a Rusia 2018.