El Blog de Ruty: Entrenamiento en ayunas.
San Pedro Sula, Honduras. | HSI |
La alimentación juega un papel fundamental en la vida activa de todo corredor que junto a un adecuado plan de entrenamiento y otros factores que influyen, definen el nivel de rendimiento mostrado en cada competencia o en la evaluación periódica que se realiza durante los “test pedagógicos”. Hay quienes prefieren no probar alimento antes de entrenar, obviamente nos referimos a las sesiones matutinas, otros si lo hacen; pero, qué incidencia tiene esta decisión en el rendimiento?
En una investigación realizada en 1988 se demostró que luego de permanecer largos periodos sin consumir alimentos, el organismo comienza a producir picos más altos de GH (hormona del crecimiento) y, en teoría, tenía sentido decir que esos picos más altos de liberación de GH iban a producir un aumento de la pérdida de grasa, un mantenimiento de la masa muscular, e incluso podría permitir que la masa muscular aumentara. Sin embargo, en aquel momento nadie realizó el experimento para demostrar que estas hipótesis se cumplían de manera empírica. Por otra parte ha existido un gran rechazo al entrenamiento en ayunas, ya que tiene sentido decir que si los músculos no disponen de las proteínas que toman de los alimentos, adquirirán la energía de las proteínas que forman nuestros músculos, produciendo así una disminución de la masa muscular.
En este dilema juegan un papel fundamental varias hormonas ya que al despertar, los niveles de cortisol y grelina son elevados, mientras que los de insulina están muy bajos, y el hecho de tener mucho cortisol y poca insulina moviliza las grasas, mientras que si la presencia de la insulina es más elevada, favorecemos la acumulación de grasas, por lo que aquí tenemos la primera afirmación: si quieres perder peso, abstente de tomar carbohidratos en el desayuno.
En cuanto a la grelina, los niveles elevados de grelina favorece la liberación de GH a partir de las 2 horas de vigilia. Lo cual, como he mencionado antes, nos puede ayudar a disminuir la grasa corporal y mantener la masa muscular. Por tanto, podemos realizar la segunda afirmación: retrasar el momento del desayuno puede ser ventajoso.
Sin embargo todo tiene sus límites, no siempre “más es mejor”, es decir, si saltándonos el desayuno vamos a obtener ventajas, también las obtendremos saltándonos otras comidas?, esto no es así. Afortunadamente, gracias a la ciencia podemos conocer, no sólo cuándo es el momento óptimo para saltarse una comida, como hemos explicado, por la mañana, sino también podemos saber cuánto es el máximo de tiempo que podemos estar sin ingerir alimentos antes de entrenar para que nuestro rendimiento no se vea afectado.
Sin lugar a dudas es un tema bastante complejo y no se recomienda esta práctica a un atleta en iniciación que no cuenta con la adaptación a las cargas de entrenamiento, las cuales va adquiriendo etapa a etapa, quien lo implementa debe llevar de la mano una supervisión nutricional periódica siendo ideal contar con la asistencia de un nutricionista deportivo, ya que el resto de comidas del día deben estar perfectamente equilibradas preparando al organismo para la rutina del siguiente día.
Con este apartado solo he querido evidenciar que ya es un tema tabú la ideología de “no se debe entrenar en ayunas”.